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​​"Cuando una mujer se educa, entendemos que hay una mujer cada vez más empoderada": lideresa Orlidys Vergara

A los 33 años, Orlidys Isabel Vergara está lista para concretar los tres grandes proyectos de su vida: graduarse de psicóloga, ver a su única hija convertida en médica e incrementar su trabajo con mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano.

“No es fácil estudiar cuando somos pobres. No es fácil estudiar cuando tienes unos padres campesinos que solamente podían cultivar la tierra y que ya, en una ciudad, solamente tienen para vivir del diario", indicó Orlidys Isabel, el 8 de marzo pasado, en un hotel del centro occidente de Bogotá, durante un evento conmemorativo del Día Internacional de la Mujer.

Orlidys Isabel nació en el corregimiento de Alta Montaña, ubicado en el municipio bolivarense de El Carmen de Bolívar. Fue la séptima de 10 hijos. Es madre soltera. Actualmente no tiene empleo.

En 1992 la familia Vergara fue desplazada forzosamente por grupos armados ilegales y terminó en Cartagena de Indias. Hoy, Orlidys Isabel vive en el barrio Bicentenario de “La Heroica" con sus padres, su hija de 15 años y sus hermanos menores (el mayor falleció de muerte natural).

“Yo fui una víctima indirecta del desplazamiento de mis padres", aseguró Orlidys Isabel durante una entrevista con la oficina de prensa de la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz.

Cuando tenía 16 años, la vida de Orlidys Isabel se partió en dos para siempre. Estaba a punto de graduarse como bachiller. Era una de las mejores de su curso. Y, adicionalmente, era la de mostrar de su casa por su inteligencia. Para esa época, uno de sus hermanos trabajaba en una finca ubicada en el corregimiento de Palo Alto, en el municipio sucreño de San Onofre. El objetivo de Orlidys Isabel era conseguir con su hermano un poco de dinero para pagar su grado.

Sin embargo, la tragedia la esperaba.

“Esa noche llegaron los grupos armados. Colocaron a todos los hombres en una posición. El panorama que se veía era que al parecer los iban a asesinar", narró. “A las mujeres nos apartaron para otro lado. En ese momento, un hombre, de tez negra, empezó a cuestionar a muchas mujeres", agregó Orlidys Isabel, quien apenas apruebe la tesis de grado recibirá el título de psicóloga en la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco de Cartagena.

Las mujeres permanecieron secuestradas por paramilitares durante tres días. Las tuvieron en el pueblo, donde los ilegales no utilizaban camuflado. En Palo Alto, en cambio, sí se ponían el uniforme.

“Allí fue donde sufrí el suceso de violencia sexual. Nunca supe quién fue mi agresor ni me interesa saberlo", enfatizó Orlidys Isabel, quien advirtió que ese doloroso hecho marcó su vida para siempre. “Lo único que pensaba era graduarme, pero empecé a pensar que ya no, que me iba a morir y que no iba a poder cumplir el sueño de graduarme", añadió la hoy activista.

Adiós a los fantasmas

En 2008, Orlidys Isabel empezó a trabajar con procesos sociales de mujeres de Cartagena. También se involucró un poco con el tema de las garantías fundamentales y con los derechos que en Colombia tienen las víctimas de desplazamiento forzado. En 2015 estuvo documentando casos de mujeres víctimas de violencia sexual.

Según Orlidys Isabel, “yo hice parte del grupo de mujeres que denunció sus casos de violencia sexual. Y, en 2016, empecé a hacer parte de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales", una organización sin ánimo de lucro que reúne a 665 mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado y que es una aliada clave del Grupo de Enfoque de Género y Enfoque Diferencial de la Unidad de Investigación y Acusación.

“Gracias a Dios", recalcó, ha superado los fantasmas que le ocasionó la violación. “A través del dolor hemos transformado. A través del duelo, y de escuchar a otras mujeres que han sufrido actos atroces peores que el que yo sufrí, he encontrado una manera de recuperarme emocionalmente (…) Esa es una manera de nosotras sanar el dolor que nos dejó el conflicto armado y la violencia sexual", puntualizó.

Y del empoderamiento de Orlidys Isabel, ni hablar.

Según ella, “cada vez que una mujer se capacita, conoce sus derechos, cada vez que una mujer se educa y se profesionaliza, tendrá más poder. Cuando una mujer se educa y sale de su entorno familiar –del entorno que históricamente nos vendieron que éramos para cuidar, parir y atender marido–, entendemos que hay una mujer cada vez más empoderada (porque) nos atribuimos poder con nuestra palabra, con nuestro accionar y con nuestra participación".

Y fue más allá: “Nosotras lo que hemos venido haciendo es transformar las realidades sociales. La realidad es que nuestros ancestros o nuestras madres y abuelas nos hablaron de las creencias y de las distintas subjetividades sobre cómo debíamos llevar la vida. Hoy a un niño se le puede decir que lave los platos o que lave la ropa porque esas actividades no son exclusivas de las mujeres".

Pero, ¿por qué estudió psicología? Porque empezó a intervenir en casos de mujeres víctimas de violencia sexual. Entonces, según sus palabras, se dio cuenta de que era lideresa social y defensora de Derechos Humanos. En ese momento entendió que las técnicas profesionales eran fundamentales para tratar a las víctimas.

“Tenemos el valor agregado –sí, está bien, eres un líder social, conoces los derechos, tienes el conocimiento de las leyes–, pero al momento de atender a la víctima entendí que me quedaba corta, es decir, que necesitaba profesionalizarme para poder brindarles una acción integral con todas las técnicas profesionales", anotó.

Las víctimas, al decir de Orlidys Isabel, requieren de apoyo psicológico para poder superarse. A muchas víctimas, dijo, se les frustraron sus proyectos de vida por los traumas del pasado que les dejó el conflicto armado. “Ese es el aporte que quiero hacerles a la sociedad y a las víctimas", concluyó. ​​​​