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​“El exilio te quita los afectos, te distancia y te deja en el vacío”, aseguró refugiada colombiana en Canadá durante el conversatorio “Violencia contra el liderazgo femenino”. ​

“No olvidemos que tenemos que ser consientes y asumir con responsabilidad las nuevas masculinidades, y eso incluye reconocer, respetar y apoyar a las mujeres y su liderazgo", con esta poderosa frase el director de la Unidad de Investigación y acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Giovanni Álvarez Santoyo, instaló este lunes 30 de noviembre el conversatorio “Violencia contra el liderazgo femenino".​

La jornada, que se realizó en el marco de los 16 días de activismo contra la violencia de género, tema de la campaña ÚNETE 2020: “Pinta el mundo de naranja: financiar, responder, prevenir, ¡recopilar!, tuvo como invitadas a Leonora Castaño Cano, refugiada colombiana en España y miembro de la Mesa de Apoyo a la Defensa de los Derechos Humanos de la Mujer y la Paz y a Ingrid García, víctima refugiada hace 17 años en Canadá, participante de la Colectiva de Mujeres Migrantes, Refugiadas y Exiliadas y de la Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia (ANMUCIC).

Durante su intervención, el director de la Unidad, señaló que “es fundamental que las lideresas como ustedes, y muchas otras que ha producido nuestro país, puedan participar de estos eventos con nosotros y nos puedan transmitir la importancia que representa la mujer para la sociedad colombiana".

“Es indudable que el trabajo que han hecho ustedes, y el cual infortunadamente las obligó a salir del país, es trascendental para la construcción que nosotros estamos haciendo y que venimos apoyando. La paz de Colombia se va a construir desde las víctimas, son las víctimas las que van a legitimar este proceso y las mujeres indudablemente van a cumplir, y ya vienen cumpliendo, un papel esencial en la construcción de reconciliación y paz en nuestro país", añadió Álvarez Santoyo.

Leonora  Castaño Cano compartió con los servidores y servidoras de la Unidad cómo desarrolló su liderazgo y participación en organizaciones campesinas y de mujeres rurales como la ANMUCIC (que llegó a tener mas de 90.000 mujeres rurales asociadas), y cómo, desde allí, aportó al desarrollo del campo, en la promoción de políticas rurales y titulación de tierras para mujeres y al empoderamiento y participación de las mujeres.

“Una de las convicciones de nosotras como lideresas que llegamos a este exilio, el cual nunca pensamos que fuera tan largo, es ese compromiso ético y político de seguir trabajando por la defensa de los Derechos Humanos de las mujeres bajo amenaza, porque creemos que todavía es posible conquistar un país en paz", indicó Leonora durante su presentación.

La lideresa social, renglón seguido, agregó: “para nosotras es central y fundamental el buen funcionamiento de la JEP, de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas y de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y por eso le estamos apostando a esto desde las organizaciones de víctimas".

A su turno, Ingrid García, activista feminista y especialista en intervención psicosocial y cooperación intercultural, comenzó su intervención sentenciando: “el exilio te quita los afectos, te distancia y te deja en el vacío, en esa soledad impuesta,  las mujeres por lo regular resurgimos impetuosas para seguir construyendo".

Acto seguido, explicó cómo las mujeres colombianas en el exilio son fuente de resistencia y acciones de afrontamiento a través de una nueva construcción como sujetas políticas a pesar de las dificultades, las segregaciones, las invisibilizaciones, las estigmatizaciones y la pérdida de derechos.

Asimismo, señaló que preocupa de sobremanera la inexistencia de un marco jurídico que permita identificar el desplazamiento forzado o trasnacional como un hecho victimizante y como un delito de lesa humanidad. 

“Esta omisión impide materializar los derechos a la reparación, justicia y verdad. He aquí la importancia en estos momentos de lo que esta haciendo la Jurisdicción Especial para la Paz", la lideresa.

​García además insistió en que poner a las víctimas en el centro de la acción es hacer que se amplíen los espacios de participación, se garantice que el camino para el retorno siempre sea digno y se dignifique la memoria de nuestros muertos, desaparecidos y territorios.

Para finalizar su intervención la lideresa señaló: “Les puedo decir que aquí ustedes cuentan con organizaciones que les va permitir desarrollar un trabajo con las víctimas en el exterior, aquí lo que sigue es terminar este trabajo con la JEP en la construcción de informes y con eso estamos comprometidas", finalizó.

​En el último segmento de este conversatorio, que organizó el Grupo de enfoque Diferencial y Enfoque de Género de la Unidad de Investigación y Acusación, se permitió que servidores y servidoras de la UIA resolvieran todas sus inquietudes frente a las experiencias que estas dos valientes mujeres vivieron como víctimas del conflicto armado, lideresas sociales de sus comunidades y mujeres expatriadas por sus procesos de liderazgo social y rural.​​