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​La Unidad de Investigación y Acusación realizó un primer ejercicio de reparaciones tempranas con mujeres Embera indígenas.

La justicia transicional es un modelo de justicia mixto que, por una parte, cuenta con un componente retributivo que vendrían siendo las sanciones, y uno restaurativo que va más allá de la sanción o el castigo. El componente restaurativo busca reparar los daños causados a las víctimas del conflicto armado con acciones transformadoras que faciliten la reconciliación de la sociedad.

De la mano de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales y la Red Global SEMA, se ha venido trabajando en el concepto de “reparaciones tempranas" para víctimas de violencia sexual, que garantice reparaciones a las víctimas, sin depender de una decisión judicial. Esto quiere decir que por medio de acciones concretas se restablezcan los derechos de las víctimas, generando confianza en los procesos de la justicia transicional.

Para garantizar el acceso a la justicia en condiciones de igualdad y poner en práctica este concepto, a finales del 2019 se realizó un primer ejercicio de reparaciones tempranas con cooperación internacional. El objetivo fue alfabetizar a 80 mujeres indígenas Embera, que decidieron denunciar su hecho victimizante. 

“Cuando fuimos a hacer la difusión y a presentar cómo funciona la Unidad de Investigación y Acusación y la Jurisdicción Especial para la Paz -JEP- nos dimos cuenta de que todas las mujeres eran analfabetas. Esto nos hizo reflexionar y pensar en cómo garantizar, en condiciones de igualdad, el acceso a la justicia de todas estas mujeres que carecen de derechos básicos como leer y escribir", dijo Pilar Rueda, asesora de despacho de la Unidad.

El proceso duró 8 meses y cuando se celebró la graduación, la Unidad recibió testimonios de las mujeres Embera en los que ellas afirman que, además de adquirir conocimiento como fue conocer qué hace la Unidad y la JEP, obtuvieron el beneficio de aprender a leer y escribir. Uno de los primeros impactos de esta reparación temprana, es que todas se dirigieron a la registraduría a cambiar sus cédulas porque “por fin pudieron poner su firma".

Como reflexión final las mujeres Embera le dijeron a la Unidad de Investigación y Acusación que las reparaciones tempranas son una herramienta “interesante porque no se necesita que haya una decisión para que nosotras tengamos beneficios". Cabe recordar que este concepto está incorporado en el Acuerdo Final para la paz, pero está enfocado para los comparecientes: “las y los comparecientes deben desarrollar actos tempranos con carácter reparador con la intención de que generen confianza en las víctimas y en la sociedad de que este es un Acuerdo que trae beneficios".​