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La Declaración Universal de los Derechos Humanos puede mostrarnos el camino hacia la paz (Volker Urk)

En su mensaje por el Día Internacional de los Derechos Humanos, el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Urk, ratificó el valor histórico y el potencial que tiene la Declaración Universal de los Derechos para “mostrarnos el camino hacia la paz".

Este instrumento, que refleja el compromiso de todas las naciones con el reconocimiento de la dignidad humana, la igualdad y la universalidad de los Derechos Humanos, como base para la libertad, la justicia y la paz, cobra cada vez mayor vigencia en el mundo y en nuestro país.

La interdependencia entre paz, justicia y libertad está determinada por la garantía y el respeto de los Derechos Humanos.

Nuestro compromiso con la garantía de justicia para las víctimas del conflicto armado se ha reflejado en la implementación del sistema de justicia restaurativa, que tiene como propósitos reparar los daños, restablecer las relaciones afectadas por la violencia y promover la reconciliación como condiciones para lograr la construcción de la paz.

Para esto, ha sido fundamental materializar la centralidad de las víctimas, los enfoques de género, étnico y territorial desde el inicio de los procesos judiciales en la Jurisdicción Especial para la Paz.

Somos conscientes de que el cumplimiento de nuestras funciones con total apego a lo establecido en el Acuerdo Final y en las leyes que lo desarrollan, no solamente es una obligación, sino que, además, aporta a los nuevos procesos de negociación con los que se busca lograr la Paz Total.

Con nuestro mecanismo de prevención y protección hemos podido verificar que, gracias al inicio del proceso de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), a los acuerdos humanitarios locales y al compromiso público de otros grupos armados de participar en los procesos de negociación, se han logrado reducir las violaciones al derecho a la vida en algunas regiones.

Particular mención merece la situación del puerto de Buenaventura, que, de 35 víctimas de homicidio, en promedio mensual, pasó a cero asesinatos en 37 días.

Garantizar y respetar el derecho a la vida es fundamental para generar condiciones que faciliten las negociaciones, los procesos de reincorporación, el acceso a la justicia, la defensa de los Derechos Humanos y el desarrollo de liderazgos sociales, todos necesarios para construir la Paz Total y fortalecer la democracia.  ​