COMUNICADO 124
96 cuerpos de personas no identificadas han sido recuperados en el Cementerio Central de Neiva, tras medida cautelar de la JEP y la intervención de la UBPD
- En dos de las seis fases, siete exintegrantes del Ejército Nacional —determinados como máximos responsables en el Subcaso Huila del Caso 03 que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado— han participado en labores de apoyo a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) para la recuperación de cuerpos y en las labores de prospección.
- Los comparecientes trabajan bajo la coordinación técnica de la UBPD en la búsqueda y recuperación de cuerpos en puntos de interés forense que podrían corresponder a personas dadas por desaparecidas.
- Entre el 13 y el 28 de julio, durante la sexta fase de intervención en este cementerio —liderada por la UBPD— fueron recuperados 25 cuerpos.
- Desde que se decretó la medida cautelar por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad en 2021, se han recuperado 96 cuerpos, y ocho familias han recibido de manera digna a sus seres queridos para que pudieran darles digna sepultura.
- En total, la JEP ha ordenado 25 medidas cautelares en todo el país, que han permitido la exhumación de 1.918 cuerpos, de los cuales 203 han sido identificados y 126 entregados dignamente a sus familias.
Neiva, 6 de agosto de 2025. A cuatro años de la medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP sobre el Cementerio Central de Neiva, y tras seis intervenciones lideradas por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, han sido recuperados 96 cuerpos no identificados en esta zona de interés forense que podrían corresponder a víctimas de desaparición forzada en el contexto del conflicto armado.

En la intervención más reciente, realizada entre el 14 y el 28 de julio de 2025, la UBPD recuperó 25 cuerpos. Esta fase hizo parte de la segunda etapa del proyecto restaurativo que desarrolla la JEP con comparecientes imputados como máximos responsables en el Subcaso Huila del Caso 03, que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas falsamente como bajas en combate. En esta ocasión, cuatro exintegrantes del Ejército Nacional participaron activamente en labores de apoyo a la UBPD.
Entre las actividades asignadas se encuentran la prospección, el acondicionamiento del terreno, la señalización y el apoyo logístico en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas. Este proyecto se enmarca en las Iniciativas, Planes, Programas y Proyectos Restaurativos (IPPPR) y podría ser reconocido como parte del cumplimiento de la Sanción Propia que se les imponga a los máximos responsables. En consecuencia, su participación se desarrolla bajo condiciones de restricción efectiva de derechos y libertades, así como con monitoreo estricto de la Oficina Asesora de Monitoreo Integral (OAMI), que registra su geolocalización y la duración de las jornadas de trabajo.
Desde abril de 2025, siete comparecientes han contribuido en dos fases de intervención en el Cementerio Central de Neiva, específicamente en el Monumento 14 y en dos fosas en tierra, que corresponde a tres de los 15 puntos de interés forense priorizados. En la primera, realizada entre el 22 y el 27 de abril, fueron recuperados 12 cuerpos no identificados. Estas acciones responden directamente a solicitudes hechas por las víctimas acreditadas en el Subcaso Huila, quienes solicitaron que los máximos responsables asumieran un papel activo en la búsqueda de desaparecidos y en la construcción de espacios de memoria en los cementerios.
Por ello, la experiencia en Neiva podría extenderse a Pitalito y Garzón, donde las familias también han solicitado que se priorice la recuperación de cuerpos no identificados y la creación de espacios de memoria. Este esfuerzo colectivo ha sido posible gracias al trabajo articulado de la JEP, la UBPD, la Gobernación de Huila, la Alcaldía de Neiva y diversas organizaciones de víctimas como OBSURDH, CAJAR y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. De igual forma, la persistencia de las víctimas que han exigido verdad, justicia y reparación, ha sido determinante para el avance de este proyecto restaurativo.
La desaparición forzada es uno de los crímenes que la Sala de Reconocimiento de Verdad tuvo en cuenta al imputar crímenes de guerra y de lesa humanidad a 36 comparecientes de la fuerza pública, señalados como máximos responsables de 200 asesinatos, ocho tentativas de homicidio y 32 desapariciones forzadas ocurridas entre 2005 y 2008 en el departamento de Huila. Precisamente, en la Audiencia de Reconocimiento de Verdad realizada en agosto de 2024 en Neiva, 28 de ellos aceptaron su participación en los delitos investigados y aportaron información clave para la ubicación de las personas asesinadas.
El Cementerio Central de Neiva se ha convertido en un lugar emblemático de búsqueda y memoria en Huila. En él reposan cerca de 200 cuerpos sin identificar, muchos de ellos víctimas de homicidio y desaparición forzada, provenientes de ese departamento, pero también de Putumayo, Caquetá, Cundinamarca, Meta, Cauca y el Eje Cafetero. Los patrones de macrocriminalidad identificados por la JEP en el Subcaso Huila también evidenciaron procesos de victimización asociados a los daños causados por la falta de identificación, entrega e inhumación digna de las víctimas directas.
Desde el decreto en el 2021 de la medida cautelar sobre el Cementerio Central de Neiva, se han recuperado 96 cuerpos, y ocho familias han recibido de manera digna los restos de sus seres queridos. En total, la JEP ha ordenado 25 medidas cautelares en todo el país, que han permitido la exhumación de 1.918 cuerpos, de los cuales 203 han sido identificados y 126 entregados de manera digna a sus familias para que pudieran darles digna sepultura.
Este proceso de búsqueda, verdad y dignificación encarna una de las apuestas más profundas de la Justicia Transicional Restaurativa en Colombia, donde las sentencias y las sanciones no marcan el final del proceso, sino que le dan continuidad: quienes causaron el daño asumen responsabilidad con las víctimas y están obligados a realizar acciones dirigidas al restablecimiento de sus derechos. Es un camino que reconstruye la dignidad, resignifica el dolor y transforma los escenarios en los que se manifestó el horror del conflicto en lugares de memoria viva, verdad y reparación colectiva.