​COMUNICADO 171

El Monumento 14 del Cementerio Central de Neiva fue demolido con el trabajo de exintegrantes de la fuerza pública imputados por la JEP como máximos responsables de asesinatos y desapariciones forzadas 

  • Por años, las familias de las víctimas de desaparición forzada clamaron por la intervención humanitaria de este lugar, con la esperanza de recuperar los cuerpos no identificados que allí se encontraban. 
  • Tras concluir la recuperación de los cuerpos, la estructura fue demolida con apoyo de maquinaria de la Alcaldía de Neiva. Los comparecientes participaron directamente en las labores de remoción de escombros y harán parte de una nueva fase de trabajo restaurativo orientada a la construcción de un nuevo monumento con osarios y bóvedas que garanticen condiciones dignas de inhumación.
  • Entre abril y octubre de 2025, 65 cuerpos de personas no identificadas han sido recuperados en el Cementerio Central de Neiva y San Antonio de Padua de Pitalito (Huila), bajo el liderazgo de expertos forenses de la UBPD. En estas labores han participado 21 exintegrantes de la fuerza pública imputados en el Subcaso Huila del Caso 03 como máximos responsables por asesinatos y desapariciones forzadas presentados ilegítimamente como bajas en combate. 
  • El proyecto podría ser reconocido como parte de la Sanción Propia que se imponga a los imputados que aportaron verdad y aceptaron responsabilidad. Por eso, su trabajo se desarrolla bajo condiciones de restricción efectiva de derechos y libertades, es decir, están sujetos a monitoreo y verificación permanente de la JEP.
  • El trabajo conjunto entre la JEP y la UBPD ha permitido entregar dignamente a sus familias los cuerpos de 10 víctimas recuperados en el Cementerio Central de Neiva.
  • Desde que la JEP ordenó la medida cautelar en el Cementerio Central de Neiva, en agosto de 2021, la UBPD ha recuperado 101 cuerpos en todo el camposanto, de los cuales 77 fueron hallados en el Monumento 14.
Neiva, 24 de octubre de 2025. Comparecientes de la fuerza pública trabajaron en la intervención del Monumento 14 o ‘No me olvides’ del Cementerio Central de Neiva. Esta acción se realizó teniendo en cuenta la solicitud de las víctimas acreditadas ante la JEP, quienes pidieron que los máximos responsables asumieran un papel activo en la búsqueda de desaparecidos y en la construcción de espacios de memoria.
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El Monumento 14 es uno de los puntos más representativos del país para la recuperación de cuerpos no identificados o no entregados, que podrían corresponder a personas desaparecidas a causa del conflicto armado. Allí fueron intervenidas 65 bóvedas de las 156 que conformaban esta estructura que permanecían en condiciones inadecuadas: los cuerpos estaban inhumados en bolsas plásticas y depositados en osarios con grietas y riesgo de colapso por el deterioro de la infraestructura.

Entre el 15 y el 26 de septiembre, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) desarrolló la séptima fase de intervención humanitaria en este camposanto. Bajo el liderazgo de su equipo forense, cuatro comparecientes de la fuerza pública trabajaron en la recuperación de los once cuerpos que aún permanecían en el Monumento 14

Además, cumplieron actividades relacionadas con el traslado de las estructuras óseas a  otros osarios del Cementerio Central de Neiva, donde permanecerán de manera temporal mientras avanza el proceso de identificación y verificación. En consecuencia, la labor realizada incluyó la apertura de bóvedas, la disposición de los cuerpos y la marcación de los lugares de inhumación, lo cual permitirá a Medicina Legal continuar con los procedimientos para la entrega de manera digna a sus familias.

Entre el 15 y el 17 de octubre, con apoyo de maquinaria de la Alcaldía de Neiva, se adelantó la demolición del Monumento 14. En esta oportunidad, los comparecientes trabajaron en la remoción de escombros y en la limpieza del terreno. Posteriormente, harán parte de una nueva fase de trabajos restaurativos, encaminada a la construcción de una nueva estructura con bóvedas y osarios que garanticen condiciones dignas de inhumación.   

Durante años, las familias de las víctimas clamaron por una intervención humanitaria a este monumento, con la esperanza de recuperar los cuerpos no identificados inhumados allí. En medio de la incertidumbre, visitaban el lugar, dejaban cartas en las bóvedas y las convertían en un puente simbólico para mantener vivo el vínculo con sus seres queridos desaparecidos.

En el proceso de intervención del Monumento 14, los expertos forenses de la UBPD encontraron hasta cuatro cuerpos en una sola bóveda. Además, recuperaron prendas de vestir y recortes de periódico, que constituyen elementos clave para determinar la temporalidad de la inhumación.

El trabajo de los comparecientes por la búsqueda de desaparecidos en Huila
El trabajo de 21 comparecientes del Ejército Nacional, imputados por la JEP como máximos responsables de asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate en Huila, ha permitido recuperar 65 cuerpos de personas no identificadas en el Cementerio Central de Neiva y en el Cementerio San Antonio de Padua de Pitalito.

Los comparecientes han participado en labores de prospección, señalización, apertura de bóvedas, recuperación de cuerpos no identificados y mejoramiento de la infraestructura en los dos cementerios intervenidos. Estas actividades se han desarrollado en cinco fases humanitarias lideradas por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD): tres en el Cementerio Central de Neiva y dos en el Cementerio San Antonio de Padua, en Pitalito.
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En la primera fase, realizada en Neiva entre el 22 y el 27 de abril, se recuperaron 12 cuerpos; en la segunda, entre el 13 y el 28 de julio, fueron 25; en la tercera, entre el 15 y el 26 de septiembre, se recuperaron 11; y en Pitalito, entre el 19 y el 29 de agosto, se hallaron 17 cuerpos. Finalmente, entre el 14 y el 20 de octubre, 10 comparecientes participaron en labores de prospección no intrusiva y en trabajos de mejora y adecuación de la infraestructura del camposanto.

Los cuerpos recuperados en estas jornadas podrían corresponder a víctimas de desaparición forzada, niñas y niños reclutados, civiles asesinados y presentados como bajas en combate, e incluso a antiguos integrantes de organizaciones armadas que, en medio del conflicto, también fueron inhumados en condición de no identificación.

Este proyecto se enmarca en las Iniciativas, Planes, Programas y Proyectos Restaurativos (IPPPR) y podría ser reconocido como cumplimiento de la Sanción Propia que se les impondrá a los máximos responsables del Subcaso Huila del Caso 03 que ya reconocieron responsabilidad y aportaron verdad. Por eso, estos trabajos son desarrollados bajo condiciones de restricción efectiva de derechos y libertades, y el monitoreo de la Oficina Asesora de Monitoreo Integral de la JEP, que registra su geolocalización y la duración de las jornadas de trabajo.

La investigación del Subcaso Huila del Caso 03 estableció que, entre 2005 y 2008, más de 200 personas fueron asesinadas y presentadas ilegítimamente como bajas en combate por el Ejército Nacional en este departamento. De ellas, 32 fueron desaparecidas. Como parte de este proceso, la JEP escuchó en versión a más de 130 comparecientes de la fuerza pública e imputó como máximos responsables a 36 de ellos.

Medidas de protección y conservación
En Huila, más de 1.575 personas permanecen desaparecidas, según cifras de la Unidad de Búsqueda. De acuerdo con esa entidad, en el Cementerio Central de Neiva reposan cerca de 200 cuerpos sin identificar que habrían sido inhumados tras morir en hechos del conflicto armado, entre 2006 y 2012, en municipios como Aipe, Tello, Colombia, Algeciras y Baraya (Huila); Planadas (Tolima); San Vicente del Caguán (Caquetá) y Putumayo.
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En este camposanto, la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP implementó medidas cautelares en agosto de 2021 para proteger áreas de interés forense, donde podrían estar cuerpos de personas desaparecidas durante el conflicto armado. Hasta la fecha, el trabajo conjunto entre la JEP y la UBPD ha permitido recuperar 101 cuerpos y entregar, de manera digna a 10 víctimas a sus familias en el Cementerio Central de Neiva.

Por otro lado, según información de la UBPD, en el cementerio San Antonio de Padua reposan 87 cuerpos que podrían corresponder a personas desaparecidas a causa del conflicto en diferentes departamentos como Meta, Cesar, Valle del Cauca, Risaralda, Putumayo, Caquetá, Huila, Tolima y Nariño.

En atención a la solicitud de las víctimas, el despacho relator del Subcaso Huila del Caso 03 también ordenó a las autoridades locales adoptar medidas para conservar el cementerio San Antonio de Padua de Pitalito y proteger los cuerpos inhumados allí. El 21 de agosto pasado se realizó una mesa técnica de seguimiento con la Parroquia San Antonio de Padua, la Alcaldía de Pitalito, la Gobernación de Huila, la Fiscalía, Medicina Legal y la UBPD, para verificar su cumplimiento. 

Además, la Sección de Ausencia de Reconocimiento ha ordenado 25 medidas cautelares en todo país, que han permitido la exhumación de más de 1.914 cuerpos. De estos, 224 han sido identificados y 136 entregados a sus familias para una digna sepultura.

La Ruta de la Memoria
El 23 de septiembre, en el marco de la intervención en el Cementerio Central de Neiva, se realizó la Ruta de la Memoria, un recorrido para reconocer los cementerios como lugares de memoria y dignificación, y acercar a la sociedad a la labor humanitaria de búsqueda. Participaron víctimas que siguen buscando a sus seres queridos, antropólogos forenses y comparecientes de la fuerza pública.

Durante este recorrido, Yolanda Rocha Manrique —hermana de Héctor Fabio Perdomo, desaparecido a los 15 años en 1993, y acreditada como víctima en el Subcaso Huila del Caso 03— compartió unas palabras sobre el valor de la justicia restaurativa. “Hemos compartido historias y eso nos ha hecho como familia. Es una justicia restaurativa tanto para las víctimas como para los comparecientes. Antes me preguntaba: ¿restaurar qué? porque quién nos va a devolver todo el dolor. Pero sin esta experiencia no estaría aquí. Esto, de verdad, sana y restaura”, dijo.

Asimismo, uno de los imputados por la JEP como máximo responsable expresó ante las víctimas: “estamos trabajando para hacer que estos seres humanos que reposaron aquí durante tantos años puedan volver de manera digna con sus familias, que tengan un sitio donde puedan ir a visitarlos. Nada de lo que hagamos o digamos puede mitigar el dolor que hemos causado”.
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Felipe Andrés Ramírez, exintegrante del Ejército Nacional, imputado por la JEP como máximo responsable, miró a una de las víctimas, Mauricio Aguirre, y reconoció el asesinato de su hermano Juan Carlos. “Él no merecía ser asesinado por personas que debían defender este país. Mis hechos sí tienen que ver con el ‘Monumento 14’ (...) Cada persona que estuvo aquí merece recuperar su nombre. Esto no termina en ocho años, termina cuando se acabe nuestra vida”, afirmó.

Al escucharlo, Aguirre recordó que la vida de su hermano Juan Carlos no valía “ni dos millones de pesos, ni un ascenso en el Ejército” y valoró que el compareciente hoy esté cumpliendo, haya aceptado su responsabilidad y trabaje por reparar: “Dios quiera que esto no se repita, que usted sea el ejemplo”.

La Ruta de la Memoria, acompañada por la Misión de la ONU en Colombia, la Alcaldía de Neiva, la Defensoría del Pueblo, la Universidad Surcolombiana y diversas organizaciones sociales, finalizó con un acto simbólico en el ‘Monumento 14’. Estudiantes y jóvenes encendieron velas y escribieron mensajes para las familias buscadoras. Aseguraron que “el alma que es recordada nunca muere”.

Neiva y Pitalito son las dos primeras ciudades de Colombia donde comparecientes imputados como máximos responsables por la JEP por asesinatos y desapariciones forzadas, que reconocieron su responsabilidad en los crímenes, trabajan en la búsqueda de desaparecidos antes de que sea dictada su sentencia. Estas acciones continuarán en otros municipios del departamento de Huila y se extenderán a distintas regiones del país.

Para el desarrollo de estas acciones restaurativas, ha si sido fundamental el apoyo de la UBPD, de la Gobernación de Huila, de las alcaldías de Neiva y Pitalito, así como de las parroquias Inmaculada Concepción y San Antonio de Padua.