El hogar
de Katherine
Valeria Cardona Rodríguez
Bogotá D.C.

En el sur de Bogotá hay un colegio llamado la paz, un día llego una niña nueva llamada Katherine, ella tenía cierta particularidad, a ella no le gusta jugar con nadie, solo hablaba con los animales, se sentaba y hablaba con las hormigas, con gatos, con perros y hasta con los pájaros. A veces le gustaba dibujar y lo hacía al lado de las plantas.

Yo quería acercarme a ella, entonces un día llevé a mi perrito Rokye al colegio y esa fue la única manera en que Katherine habló, mi perrito se le acercó y yo me acerqué con él, así fuimos creando una amistad y cada día teníamos mas confianza entre las dos.

Yo llevaba todos los días a Rokye, en una mañana Katherine mientras jugábamos me contó la historia de ella: Dijo que unos hombres armados la obligaron a irse de su hogar, a ella y a toda su familia, había dejado a sus mascotas y extrañaba pasar tiempo jugando entre árboles y plantas. Me sentí triste por ella y solo pensé en decirle: tranquila, muy pronto vas a volver a tu casa con tu familia; ese día ella me miró y me sonrió.

Pasó dos años en Bogotá, aprendió a tener mucha confianza con todos los compañeros del colegio, hasta que un día el gobierno decidió firmar la paz con uno de los grupos violentos de Colombia, para muchas personas, incluida mi amiga Katherine es una noticia muy importante que beneficiaría a muchas familias, pero va a tardar un tiempo para que puedan volver a su hogar. Después de la noticia, Katherine fue más alegre que antes, en el colegio no paraba de hablar de eso con todos nosotros, se lo contó hasta a los animales. ¡Llegó el día! Nos preparamos para hacerle una despedida genial a Katherine, el tiempo que tenía que pasar para que vuelva a su hogar ya llegó.

Cuando Katherine entró al colegio se sorprendió por lo que le habíamos hecho a ella y cuando entro todos dijimos ¡sorpresa! Y lloró de la felicidad. Al día siguiente fue al colegio y se despidió de las profes, de los compañeros, de Rokye y de mí.

Después de terminar las clases llegaron por Katherine yo la abracé fuerte con mi perrito y le dije ¡Hasta pronto! Te vamos a extrañar.

Al final Katherine regreso a su hogar con toda su familia.

Yo aprendí que cada persona tiene una historia por contar y esa historia debe ser respetada.