Capítulo 1
Corazones tristes
por la guerra
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Un día, mi abuelita y yo estábamos viendo un álbum de fotos en el que aparecíamos mi mamá, mi papá, mi abuelita y mis hermanos. Yo era apenas una bebé y mi mamá me alzaba en sus brazos. En la foto nos veíamos felices, en una casa grande llena de árboles frutales, gallinas, conejos y perros.

-Abuelita, ¿Qué pasó con esta casa? ¿Por qué nos fuimos de ese lugar tan lindo?

-Esperanza, cuando tú apenas empezabas a gatear llegaron unos señores con armas a decir que nos teníamos que ir, que ese ya no podía ser nuestro hogar. Tuvimos que dejarlo todo para proteger nuestras vidas, la tuya y la de tus hermanos, nuestros vecinos también tuvieron que salir de allí.


Imaginar a muchas personas salir de sus casas me puso muy triste. Mi abuelita me contó que lo que nos pasó se le llama  desplazamiento forzado Es un crimen o delito –es decir, un acto ilegal que genera daño a una persona(s), comunidad (es) o incluso al conjunto de la sociedad– que busca que por medio de amenazas, homicidios u otras formas de violencia, personas, familias y comunidades enteras se vean forzadas a huir, abandonando sus viviendas, propiedades y su estilo de vida. Por ejemplo, muchas familias han huido de zonas de conflicto o que se encontraban bajo el control de actores armados para evitar que niños, niñas y adolescentes sean reclutados o para proteger sus vidas por enfrentamientos entre distintos grupos violentos. y que, así como nosotros, muchas familias tuvieron que huir del campo a la ciudad dejando sus casas, sus tierras y sus animales.

-Mi niña, en ese momento de la historia de nuestro país mucha gente pensaba que la mejor forma de solucionar los problemas era usando armas. Quienes las cargaban usaban botas y uniformes verdes para camuflarse en el campo, en las selvas, en las montañas y en los ríos. Esas personas formaron grupos y se les veía en las esquinas de las iglesias y de los parques. Iban por los pueblos maltratando a mujeres y hombres e intimidando a los niños y a las niñas para que no salieran a jugar, para que no hablaran y no dijeran lo que pensaban.


La naturaleza también se puso muy triste porque en ella escondieron aparatos que explotaban si los pisabas o tocabas, muchas personas fueron lastimadas y heridas por las  minas antipersonal. Una Mina Antipersonal (MAP) es un objeto que puede tomar muchas formas, tamaños, materiales y colores que explota cuando una persona o un animal lo tocan o se acercan a dicho objeto, y que causa heridas muy graves o la muerte de quienes se encuentren en el área de la explosión. Las Minas Antipersonales pueden estar enterradas, encima del suelo, en el agua, entre la vegetación o colgadas en los árboles. Cuando un niño(a) vea un objeto sospechoso en los caminos o lugares de juego, de inmediato debe alejarse y avisar a una persona adulta al respecto. Los habitantes del campo no pudieron volver a trabajar el sus tierras y parcelas, muchos niños y niñas tampoco pudieron volver a estudiar.

Los animales que antes salían a buscar alimento también se escondieron. Los corazones se llenaron de tristeza, el miedo se volvió ley y el silencio reinó por mucho tiempo. Imaginé las armas tronando sin parar como rayos en el cielo, con un cielo gris, lluvioso y frío. Imaginé cómo se debían ver los campos sin los campesinos y campesinas, sin los niños y niñas jugando en la plaza del pueblo.

-Tú fuiste afortunada, Esperanza. Pero otros niños no lo fueron. Algunos perdieron a sus padres y familiares. Otros fueron obligados a abandonar sus sueños: tuvieron que irse con uno de los grupos y los obligaron a tener armas en sus manos. A esto se le llama  reclutamiento forzado El reclutamiento forzado es un delito. Muchos grupos armados incluyeron a niños, niñas y adolescentes a sus filas por medio de la fuerza o mediante engaños. Una vez dentro de las filas de estos grupos, se les obligaba a participar en actividades que los convirtieron en objeto de explotación y violencia. Al ser reclutados, también se les negó la oportunidad de estudiar, crecer con sus familias, tener acceso a la salud, la recreación, a la libertad de expresión y la protección. Crecieron escondidos entre la selva, los ríos y las montañas. Aunque algunos pudieron regresar con sus familias años después, muchos nunca lo lograron. Esperanza, esta situación de guerra, violencia, miedo y tristeza duró más de 50 años y se le llama  conflicto armado. Así se le llama al periodo de guerra y violencia que duró más de 50 años en el país, en el que han participado diferentes actores armados, entre ellos las Fuerzas Militares de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo (Farc-EP). Todos los colombianos y colombianas sufrieron inmensamente con esta guerra. Muchas personas murieron y otras más quedaron heridas, familias enteras tuvieron que abandonar sus hogares, se afectaron niños y niñas, y los entornos en que crecían, por ejemplo, se destruyeron escuelas, centros de salud y centros comunitarios; había mucho miedo y tristeza en todos los corazones. Así crecimos muchos en el campo y en la ciudad, pero todo está cambiando.

Mi abuelita me abrazó muy fuerte. Quise que la tristeza se acabara, que no hubiera más armas y que los niños y niñas jugaran y crecieran con su familia. En mi cabeza dibujé un sol encima de la lluvia y un arcoíris empezó a salir en medio de tanta oscuridad.