COMUNICADO 088
En Guapi y Timbiquí la JEP avanza en la
construcción de una ruta de articulación interjusticias con autoridades negras
e indígenas
- 82 autoridades indígenas y
afrodescendientes participaron en los encuentros, en el marco del Caso 09: crímenes
no amnistiables contra pueblos y territorios étnicos.
- De los 70 informes entregados a la JEP
por parte de víctimas del Pacífico medio, cinco reportes corresponden a
Timbiquí y nueve a Guapi.
- Este diálogo le permitió a la JEP ampliar
su comprensión sobre la estructura organizativa de las comunidades y, con ello,
alcanzar acuerdos de comunicación e interacción de cara a la investigación,
juicio y sanción de máximos responsables de los crímenes perpetrados en este
territorio.
Timbiquí, 04 de agosto de 2023. La Sala
de Reconocimiento de Verdad se reunió con 82 autoridades indígenas del pueblo
Eperara Siapidara y afrocolombianas de la costa pacífica caucana. Durante los
encuentros, la JEP realizó dos talleres de pedagogía y de coordinación
intercultural e interjurisdiccional sobre el Caso 09, que investiga los
crímenes no amnistiables contra pueblos y territorios étnicos.
A través de estos encuentros, que se llevaron
a cabo en Guapi y Timbiquí, en el Cauca, la JEP fomentó espacios que permiten garantizar
la participación de los pueblos indígenas y afrocolombianos. De acuerdo con la magistrada
Xiomara Balanta, correlatora del Subcaso Buenaventura, Dagua, Timbiquí, Guapi y
López de Micay, se trata de reconocer su autonomía y concertar rutas que
fortalezcan sus vocerías en el proceso judicial.
La construcción de este relacionamiento entre
las justicias propias étnicas y la JEP busca forjar caminos para llevar a la
práctica los enfoques diferenciales étnico y racial que debe aplicar la Jurisdicción
Especial para la Paz. Además, la JEP aplica enfoques de género; mujer, familia
y generación; territorial; niños, niñas y adolescentes; personas con discapacidad
y adultos mayores. “Estas no son audiencias, son encuentros de diálogo
horizontal en los que queremos venir al territorio y contarles lo que está
pasando en el Caso 09. Construir una
ruta de cómo nos vamos a relacionar, cómo nos vamos a comunicar”, explicó la
magistrada Balanta.
Estos encuentros, por ejemplo, permitirán
determinar: ¿a quién o a quiénes se deberá enviar información sobre los avances
en la investigación del Caso 09?, ¿Con quiénes deberá entablar diálogo la JEP
cuando llegue el momento de profundizar sobre temas de violencia sexual y
basada en género?, ¿Cómo debe proceder la magistratura cuando uno de los investigados
en el territorio sea afrocolombiano o indígena?
Durante los encuentros, la JEP les
explicó a las comunidades que el Caso 09 se encuentra en etapa de priorización.
“Las víctimas se pueden acreditar para participar como intervinientes
especiales en el proceso judicial”, explicó un vocero del Departamento de
Atención a Víctimas. “En la JEP existen las acreditaciones individuales y
colectivas. Estas últimas pueden ser por pueblo indígena, por consejo
comunitario o por una organización de segundo nivel que las agrupe a ellas”, les
explicó, por su parte, un vocero del Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa a
víctimas.
De un total de 70 informes recibidos por
la JEP que dan cuenta de victimizaciones a pueblos étnicos en el Pacífico medio,
14 provienen de los municipios de Guapi y Timbiquí. “Esperamos que no sea la
última y que podamos seguir en este trabajo”, expresó una de las mayoras Epedara
Siapidara que participó en los encuentros. El Caso 09 priorizó 4 territorios: 1) Sierra Nevada de Santa Marta y zonas de
influencia; 2) Buenaventura, Dagua, Guapi, Timbiquí y López de Micay; 3)
Amazonía y Orinoquía y 4) Chocó.
Diálogo en la tierra del Naidí
Cerca de la frontera con Nariño, donde
las cosechas de Naidí (açaí) forman parte esencial de la identidad guapireña, se
llevó a cabo el primer encuentro con las autoridades étnicas. Hasta allí, a
orillas del caudaloso río Guapi, muy cerca del Océano Pacífico, llegaron los voceros
de la Mesa Étnica Territorial de Paz, la Fundación Chiyangua: Mujer, Cultura y
Territorio; de la Asociación Étnica y Cultural de Mujeres de Chonta;
Asoconguapi; la Plataforma de Juventudes de Guapi, Cococauca; así como los
consejos comunitarios de Guapi Abajo, río Napi, Alto Guapi, San Francisco, río Guaguí.
En el encuentro, que inició con una armonización
en la que los participantes armaron un centro espiritual con instrumentos
musicales, de pesca artesanal y canastos tejidos por mujeres del territorio, las
autoridades indígenas solicitaron tener en cuenta el enfoque étnico en el
proceso judicial. Con el respaldo del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric),
los y las representantes de los resguardos de Bellavista y Partidero, cobijados
en las asociaciones locales Aciesca y Azbescac, le solicitaron a la JEP atender
las particularidades del pueblo Epedara Siapidara.
Romilio Tobar, gobernador del pueblo
Eperara Siapidara de Guapi, ajustó su sombrero, dio un paso al frente y señaló:
“Pido que por la izquierda se vaya lo malo y que por la derecha entre lo bueno.
Pido que este encuentro nos dé buenos frutos, pero primero debemos pedir
permiso; así como nosotros los indígenas le pedimos permiso a la tierra para
sembrarla”, explicó.
“Ese diálogo que vamos a comenzar entre los
jueces de la JEP y nuestras autoridades tiene que ser de parte y parte. La
justicia propia del pueblo Eperara siempre debe ser orientada por la Tachi Naweera”,
agregó el gobernador, refiriéndose a la máxima autoridad espiritual de su
pueblo indígena.
Música y autoridad ancestral en Timbiquí
El encuentro con las autoridades negras e
indígenas en Timbiquí comenzó con los sonidos tradicionales de la región. Al son
de tambores, marimbas y cantos, la agrupación Espíritu Balanta y Estrellas de Timbiquí
armonizó la jornada en la que las tradiciones ancestrales y los modos de vida
que las poblaciones fueron las protagonistas. “Nosotros venimos componiendo
esta música desde nuestros ancestros y por eso la traemos aquí”, dijo uno de
los músicos durante el encuentro con la magistrada Xiomara Balanta.
Por parte de las autoridades del Pueblo
Epedara Siapidara, del municipio de Timbiquí, participaron representantes del
Resguardo Calle Santa Rosa que está conformado por las comunidades de La
Sierpe, Unión Malaga, San Isidro, Almorzadero y la Nueva Unión. También estuvieron
representantes del Resguardo Guangí, integrado por las comunidades de San
Francisco, Peña Tigre, Agua Clarita y Angostura. Entre los participantes también
estuvieron los representantes del resguardo San Miguel del Infí del que hacen
parte las comunidades del Nasareño y el Páramo. Todos solicitaron a la JEP adecuaciones
lingüísticas para garantizar el acceso a la información con la presencia de un
intérprete a Epérã, su lengua materna. Además, pidieron pedagogía sobre temas
de género y violencia sexual.
En este espacio también se hicieron acuerdos
de articulación con los consejos comunitarios de Parte Baja del río Saija,
Parte Alta Sur del río Saija, Renacer Negro, Patía Norte, Negros Unidos, Negros
en Acción y Cuerval. “Nosotras, como comunidades étnicas que hemos vivido el
conflicto, consideramos importante que haya esa verdad judicial sobre esos
hechos que nos tocaron el alma y el ser. Se está abriendo el camino para que
podamos hacer aportes a la construcción de paz. Decirle a la JEP que no nos
dejen solos, porque los vamos a estar esperando”, expresó Lorena Venté, del
consejo comunitario Renacer Negro de Timbiquí.
Pueblos de río y mar
Entre Guapi y Timbiquí hay una hora en
lancha rápida, con marea favorable. Para llegar de un municipio a otro, hay que
salir por la bocana del río Guapi, alcanzar el Océano Pacífico y entrar en el río
Timbiquí. En el recorrido, un paisaje de diversas especies de aves traza líneas
sobre el horizonte. El espeso manglar cubre toda la costa, enriquecido por los
nutrientes que provienen de la mezcla de las aguas dulces y saladas que
convergen en ese punto de la región. Este escenario natural es testigo de la
riqueza, pero también del impacto devastador del conflicto en la región
Avanzar en la investigación sobre crímenes
contra pueblos y territorios étnicos en esta zona del país implica hablar sobre
el manglar y su estrecha relación con los peces y mariscos que buscan refugio
en sus raíces y que dan de comer a las comunidades pescadoras y piangueras. Este
acercamiento al mangle del pacífico caucano permitió a la JEP escuchar a las
víctimas y comprender los daños que produjo la guerra en su dimensión
territorial y en las prácticas de vida de la población. En el Caso 09 las
comunidades de Guapi y Timbiquí también podrán acreditar a sus territorios como
víctimas, si así lo deciden.