COMUNICADO 68

Más de 120 víctimas de reclutamiento de niñas y niños hacen un llamado a los comparecientes del Caso 07 para que aporten verdad y avancen en la construcción de caminos restaurativos

  • En audiencias reservadas, las víctimas presentaron sus observaciones sobre lo que han dicho los comparecientes que pertenecieron a los bloques de las antiguas Farc-EP ante la JEP.
  • En las diligencias convocadas por la Sala de Reconocimiento de Verdad, en el marco del Caso 07, participaron víctimas individuales de distintas regiones del país. Como parte de la investigación, la magistratura ha escuchado las observaciones de cuatro Pueblos Étnicos acreditados en este macrocaso y culminará esta etapa a finales de mayo en Vaupés.
  • Las víctimas se identificaron como defensoras del diálogo y de una paz justa, con las debidas garantías. Insistieron en que reconocer la verdad y responsabilidad sobre el reclutamiento de niñas y niños es un paso necesario que los comparecientes deben dar para avanzar en el proceso de justicia restaurativa y reconciliación.
  • En estas audiencias las víctimas también hicieron llamados en lógica restaurativa a todos los comparecientes y al Gobierno Nacional, para consolidar un proceso dialógico más efectivo.  
  • Después de llamar a reconocer la máxima responsabilidad de seis exintegrantes del secretariado de las Far-EP por estos crímenes, ahora la JEP avanza en la investigación de las responsabilidades regionales de los diferentes bloques de las Farc-EP.
  • Tras analizar una solicitud de la defensa de los comparecientes imputados de las Farc-EP, la JEP amplió el plazo para su reconocimiento, recordándoles que las víctimas tienen derecho a que “en caso de un eventual reconocimiento, este sea auténtico, sustancial y comprometido, y no una mera formalidad vacía de contenido”.


Bogotá, 21 de mayo de 2025. Las víctimas acreditadas en el Caso 07, que investiga el reclutamiento y utilización de niñas y niños en el conflicto armado, participaron en audiencias reservadas para presentar sus observaciones a las versiones rendidas por 70 comparecientes de las antiguas Farc-EP.

 
Entre el 6 y el 9 de mayo de este año en Bogotá, hasta las instalaciones de la JEP llegaron 121 víctimas acreditadas, en su mayoría mujeres: 77 son víctimas directas y 44 son familiares de niñas y niños reclutados, de los cuales 37, tienen a su ser querido desaparecido, para participar en la audiencia de observaciones del Caso 07. Se trata de personas provenientes de distintos territorios del país, entre ellos Caquetá, Meta, Huila, Tolima, Antioquia, Santander, Valle del Cauca, Cauca, Casanare, Risaralda, Caldas, Quindío, Guaviare, Vichada, Vaupés, Bolívar y Magdalena.

En estas diligencias, las víctimas representaron las múltiples formas de violencia que sufrieron a manos de los distintos bloques de la antigua guerrilla, en especial del Bloque Oriental, el Bloque Sur y el Comando Conjunto Central. Desde el inicio de la investigación, el Caso 07 les ha ofrecido espacios seguros de escucha, donde han podido relatar no solo los hechos que las afectaron y los daños ocasionados, sino también expresar sus propuestas sobre las acciones concretas que podrían aportar a sus procesos de restauración individual y colectiva. Por eso, la JEP garantizó las condiciones para que pudieran participar personas de distintas regiones del país.


Durante estos espacios, las víctimas destacaron sus propias vivencias como un insumo fundamental para que la JEP pueda contrastar las versiones voluntarias rendidas por 70 comparecientes. En sus intervenciones, expresaron sus expectativas de justicia, reconocimiento y reconciliación, con el deseo de reconstruir sus proyectos de vida y contribuir a que no se repita el reclutamiento de niñas y niños en el país. “Las víctimas no queremos quedarnos anclados en el pasado, pero tampoco vamos a permitir que se nos silencie, queremos avanzar con la verdad, con protección y con garantías. Queremos que este país escuche a los niños de ayer, pero que también los niños de hoy no repitan nuestro destino”, afirmó una de las víctimas.

“Un verdadero aporte a la verdad es aquel que se construye desde el valor moral, desde la honestidad y no desde la estrategia procesal. Reconocer que muchos guerrilleros adultos hoy, fueron alguna vez niños reclutados, es el primer paso a admitir que existió una política general de incorporación de menores por razones tácticas, logísticas o ideológicas es también un aporte fundamental a la verdad”, dijo una de las víctimas durante la audiencia. 

Asimismo, hicieron un llamado a los comparecientes para que entreguen una verdad restauradora y transformadora para allanar el camino hacia la reconciliación y no repetición: “este proceso no es solo jurídico, es humano y ustedes, comparecientes, tienen una oportunidad histórica. La de redimirse con la verdad, aún tienen tiempo para romper el libreto, para dejar de hablar como funcionarios del pasado y empezar a hablar como seres humanos que un día también fueron niños, que un día también lloraron y vieron llorar a otros sin poder hacer nada. Alguno de ustedes fueron nuestros reclutadores, otros nuestros comandantes, a veces nuestros castigadores (…)”


En estas audiencias de observaciones, las víctimas también resaltaron el compromiso de quienes acordaron la paz y hoy participan en el proceso de la JEP. “(…) La paz es muy costosa y hacer la paz es más difícil que hacer la guerra. Porque cuando yo estoy en la paz tengo que responder por los actos que he hecho, en cambio cuando elegí la guerra puedo llevar a todo el mundo por delante y solo espero pagar con un tiro”.

Frente a las magistradas de la Sala de Reconocimiento de Verdad, las víctimas hicieron llamados claros a los comparecientes para que reconozcan hechos concretos como fusilamientos, abortos forzados, violencias sexuales, la anticoncepción obligatoria dentro de las filas y las violencias motivadas por prejuicios relacionados con la orientación sexual. Según expresaron en las audiencias, estas prácticas aún no han sido asumidas con franqueza por los excomandantes. Para algunas víctimas, reconocer la responsabilidad es un mecanismo fundamental de justicia.

De igual forma, las víctimas enviaron mensajes al Gobierno Nacional, para que se les ofrezca garantías para el restablecimiento de sus derechos y la continuación de sus proyectos de vida, contribuyendo así a superar los daños causados por el reclutamiento: “A parte de ser víctimas del conflicto, nos discriminan. Nosotros no podemos ir a una empresa a pedir trabajo porque sencillamente tenemos un expediente de desmovilizados e inmediatamente nos archivan, no podemos tener trabajo en una empresa”, dijeron en las audiencias del Caso 07 las víctimas de reclutamiento. 

Asimismo, reafirmaron un llamado que han planteado desde sus solicitudes de acreditación: que los comparecientes adelanten acciones humanitarias que faciliten la búsqueda de niñas y niños reclutados por las antiguas Farc-EP y que hoy permanecen desaparecidos. “Llevo 25 años esperando una palabra, que me digan ¿qué pasó con ella? para que le den paz a un corazón impaciente. Quiero que llenen ese vacío que tengo no solamente yo, si no muchas madres”, dijo una de las participantes. 

Aunque reconocen que la Sala de Reconocimiento de Verdad ha promovido la elaboración del Plan de Apoyo a la Búsqueda, liderado por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, fueron enfáticos al señalar que estos esfuerzos no han sido suficientes para obtener resultados concretos y que es necesario adoptar medidas dentro del proceso judicial que fortalezcan el propósito de encontrarlos. “Yo lo que ando es en busca de la verdad. Son años de silencio, de no encontrar una respuesta, es una tortura. Estoy preparada para recibir la verdad, por muy cruda que sea, para que acabe este calvario que nosotros lo llevamos internamente y creo que no soy yo sola, hay muchas madres así […].”, agregó la víctima en su intervención. 
 
Las familias de 289 niñas y niños reclutados y con paradero desconocido están acreditadas en el Caso 07. En estas jornadas de audiencias, sus familiares hicieron un llamado para que se adelante una acción judicial concreta y restaurativa que involucre a los comparecientes de las Farc-EP, se acelere la búsqueda y se alivie el dolor de madres, padres y hermanos que aún esperan noticias de sus seres queridos.

Entre las víctimas que la JEP ha escuchado en estas audiencias se encuentran los voceros de cuatro Pueblos Étnicos acreditados en el Caso 07. La escucha de sus observaciones finalizará este mes de mayo, en Vaupés. Tras la recepción y traslado de las observaciones de las víctimas acreditadas a los comparecientes, la magistratura contrastará la información y determinará un segundo nivel de máximas responsabilidades, es decir, a quiénes de los bloques de la extinta guerrilla también les llamará a reconocer su máxima responsabilidad.

En noviembre de 2024, la JEP llamó a reconocer la máxima responsabilidad de seis antiguos integrantes del Secretariado de las extintas Farc-EP por el reclutamiento y la utilización de niñas y niños, así como por otros crímenes de guerra cometidos en su contra en el contexto de la vida intrafilas, incluidos malos tratos, tortura, homicidio y violencias sexuales, reproductivas y por prejuicio, y determinó cinco patrones macrocriminales.

Los imputados son Rodrigo Londoño Echeverry, Jaime Alberto Parra Rodríguez, Milton de Jesús Toncel Redondo, Pablo Catatumbo Torres, Pastor Lisandro Alape y Julián Gallo Cubillos. Estos comparecientes tienen 30 días para reconocer o no su responsabilidad en estos hechos. El plazo se amplió después de que la magistratura concedió una prórroga solicitada por la defensa de los imputados. 

Luego de evaluar los argumentos presentados y considerando especialmente la magnitud de la información recaudada en el proceso de contrastación de la JEP, así como los derechos a un plazo razonable y al debido proceso tanto de víctimas como de comparecientes, la magistratura les advirtió que: “bajo los principios de debido proceso y estricta temporalidad que deben ser respetados, los procedimientos adelantados en la JEP ofrecen una única e irrepetible oportunidad histórica para satisfacer las demandas de verdad, justicia y no repetición de las víctimas”.

Asimismo, les recalcó a los comparecientes de las Farc-EP que por la vía dialógica es fundamental honrar la verdad, la dignidad de las víctimas y la promesa de no repetición que da sentido a todo el proceso. “Las víctimas tienen derecho a que, en caso de un eventual reconocimiento, este sea auténtico, sustancial y comprometido, y no una mera formalidad vacía de contenido”, se lee en el auto.