​​​El centro especializado para víctimas de violencia sexual “sí es una verdadera reparación", dicen las mujeres en el Día de las Víctimas

Más de 60 víctimas del conflicto armado se dieron cita el martes en esta ciudad para conmemorar el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas y, al unísono, dijeron que la mejor reparación que pueden recibir es la construcción de un centro especializado para personas afectadas por la violencia sexual.

El hospital sí es una verdadera reparación", indicó Elizabeth Cometa, quien fue víctima de violencia sexual por paramilitares en 2003. “No estamos pidiendo nada en la parte monetaria, porque la plata se acaba".

De acuerdo con la activista, el centro especializado en la capital del Meta “será una reparación colectiva" para “reconstruir los cuerpos de las mujeres" víctimas de violencia sexual.

Para Cometa, el proyecto “es algo que no tiene precio para las víctimas" y “una obra que le vamos a mostrar al mundo".

En su concepto, la conmemoración del Día de las Víctimas “es algo muy doloroso que me afecta el alma". Sin embargo –advirtió–, le llena de consuelo el hecho de que “hay personas que sufrieron más que yo" durante el conflicto armado.

Finalmente, Cometa destacó el trabajo de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP y de otras personas porque, según sus palabras, “se pusieron la mano en el corazón y están haciendo cosas por nuestra dignidad y nuestro sentir".

En tanto, Elizabeth Balanta comentó que el Día de las Víctimas es importante por sí solo, es decir, porque un día del año es dedicado a las mujeres y hombres que han sufrido el flagelo de la guerra.

Balanta, natural de Puerto Tejada, Cauca, fue víctima de violencia sexual por parte de la guerrilla de las FARC y desde hace 17 años busca por todas partes a su sobrino Bryan Córdoba.

Esta es la hora en que no lo hemos podido encontrar", observó. “Se lo llevaron del barrio La Reliquia de Villavicencio. Vivía con el papá. Un día cualquiera salió de su casa y no volvió más", añadió.

Seguimos buscando y no vamos a parar. Prohibido parar", enfatizó Balanta, de 62 años.

Sobre el episodio de violencia sexual de que fue víctima en 1999 en Puerto Rico, Meta, Balanta no vaciló en decir que “ya perdoné", entre otras cosas, “porque no nos podemos quedar llorando lo que nos pasó".

Hay que seguir adelante", insistió.

Sobre el centro especializado en la capital metense para víctimas de violencia sexual, Balanta dijo que “le va a hacer mucho bien a muchas mujeres que han sufrido ese flagelo (…) Allí vamos a tener un poquito de alivio. Ahí van a ser escuchadas, atendidas y acompañadas".

La construcción del centro especializado, al decir de Balanta, “es lo máximo que les puede pasar al departamento del Meta y a todas las mujeres víctimas y también a los hombres".

A escasos metros de Balanta, en el auditorio Julio Flórez de la Corporación Universitaria del Meta, Eulalia Luango empezó a sacar de una bolsa lo más preciado de su vida en los últimos años: las fotos y los recuerdos de sus cinco familiares desaparecidos por causas del conflicto armado.

Todos fueron falsos positivos", aseguró Luango, de 48 años y nacida en Pradera, Valle del Cauca.

Para Luango, el Día de las Víctimas representa “memoria, esperanza y justicia".

Los desaparecidos de la familia de Eulalia Luango fueron su esposo, dos de sus hijos y dos hermanos.

Dos de los cinco desaparecidos, según Luango, ya dos fueron encontrados y se les dio una sepultura digna, gracias a la gestión de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, del colectivo Orlando Fals Borda y del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado o Movice.

A raíz de la búsqueda de sus familiares, “me volví detective y buscadora", dijo Luango, quien consideró que la justicia es la mejor reparación que puede recibir como víctima del conflicto armado.

Por ejemplo –dijo–, que se les aplique justicia a quienes abusaron sexualmente de ella durante una de las jornadas de búsqueda de sus desaparecidos.

En el encuentro con víctimas en la Corporación Universitaria del Meta, la vocería de la Unidad de Investigación y Acusación la llevó Pilar Rueda, asesora de la Dirección.

Lo que hacen las víctimas en las regiones son una inspiración para nosotros", dijo Rueda. “El dolor que la guerra ha dejado es y sigue siendo muy fuerte (…) Tantos años de guerra nos ha afectado a todos y a todas".

De acuerdo con la asesora, “el compromiso del director de la Unidad de Investigación y Acusación (Giovanni Álvarez) con el Acuerdo de Paz, con las víctimas y con la paz es total (...) Para eso ha delegado un equipo muy comprometido y por eso él nos dice: 'Sí lo vamos a hacer. La vamos a meter toda por las víctimas". ​