El director de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, Giovanni Álvarez Santoyo, calificó como un gran paso para la paz de Colombia el lanzamiento de un centro de atención integral para víctimas del conflicto armado en la localidad bogotana de Bosa.
“Es importante que aperturemos estos centros porque así estamos dando pasos, no cortos, sino gigantes para cumplir lo que dice el Acuerdo de Paz y es que las víctimas sean el centro del mismo", aseguró el funcionario ante autoridades y decenas de víctimas que se hicieron presentes en Bosa.
De acuerdo con el jefe fiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz, a las víctimas no se les puede tratar como a personas que llegan a las entidades del Estado en busca de ayudas.
Por el contrario, enfatizó, “son personas con derechos, que deben ser atendidas de forma integral, para que podamos reconstruir la sociedad que ha sido dañada a lo largo del conflicto" armado.
En concepto de Álvarez Santoyo, la apertura del centro en Bosa tiene un aspecto especial para destacar: que en esa localidad hay más de 35.000 víctimas del conflicto.
Esas más de 35.000 víctimas, enfatizó, “no son una carga sino una oportunidad para servir y reconstruir lo que se ha dañado en nuestro país a lo largo del conflicto. Es así como todos los servidores públicos debemos ver la atención a las víctimas".
Para la Unidad de Investigación y Acusación, añadió, “estar en Bosa lanzando el punto de atención de la JEP en el Centro de Encuentro para la Paz y la Integración Local de Víctimas del Conflicto Armado Interno de la alcaldía de Bogotá significa adquirir un compromiso inmenso con las víctimas".
Este punto de atención de la JEP y de la Unidad de Investigación y Acusación, se logró con la estrecha colaboración de la Alta Consejería de paz, Victimas y Reconciliación de la alcadía de Bogotá, entidad con la cual existe un convenio de cooperación con la JEP.
Por las víctimas, la vocería la llevó Martha Rentería, quien recordó que “la memoria es un triunfo contra el olvido" y la “posibilidad de crear nuestros sueños".
La lideresa exigió que no “se nos reduzca (a las víctimas) a reclamantes de subsidios y prebendas que, lejos de repararnos, nos sume en nuevas revictimizaciones".
En realidad, recalcó Rentería, “somos reclamantes de esperanzas y alegrías, somos reclamantes de una sociedad con justicia social (…) Nos dirigimos al Estado para que asuma su responsabilidad de esta larga noche, su responsabilidad en permitir que el país haya caído en las sombras de la guerra".
Luego de las intervenciones de los funcionarios de la JEP, los asistentes hicieron un recorrido por el recién inaugurado centro.
En el kilombo Niara Sharay estaba Dolmery Sánchez, de 42 años, y desplazada por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) del municipio caucano de Toribío. De eso hace ya hace 23 años. Ahora ella está en Bosa al frente de un centro de medicina ancestral especialmente para víctimas del conflicto armado.
“Aquí no ha tocado atender a víctimas y victimarios (…) Nos ha tocado hacerles entender que hubo una guerra pero que ya no están en ella", puntualizó la lideresa.
