COMUNICADO 61

En Huila, la JEP entrega el cuerpo de una víctima de reclutamiento de las Farc-EP que llevaba dos décadas desaparecida


  • Los días 2 y 3 de mayo de 2024, la Sala de Reconocimiento de la JEP, en acción conjunta con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), realizó la entrega digna del cuerpo de un niño víctima de reclutamiento a manos de la extinta guerrilla de la Farc-EP.
  • Esta entrega digna se da en el marco de las medidas cautelares adoptadas en 2021, sobre el cementerio del corregimiento de La Unión Peneya en el municipio de La Montañita, Caquetá. Allí, la JEP y la UBPD recuperaron 47 cuerpos, entre los que se encuentran víctimas de reclutamiento. Algunos de ellos murieron mientras aún eran menores de 18 años.
  • Se trata de la séptima entrega digna que se realiza en el marco el Caso 07: ‘Reclutamiento y utilización de niñas y niños en el conflicto armado’ y la sexta dentro de las medidas cautelares de La Unión Peneya.
  • Además de las medidas cautelares, el Caso 07 avanza en otros procesos de identificación de posibles víctimas de reclutamiento en otras regiones del país.
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Bogotá, 09 de mayo de 2024. Terminaron 22 años de incansable búsqueda para una familia en Huila. Los días 2 y 3 de mayo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en acción conjunta con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), entregó a sus seres queridos el cuerpo de un niño que fue reclutado a los 16 años por las extintas Farc-EP y que murió seis meses después en medio de un enfrentamiento con la fuerza pública.

Esta entrega se dio en el marco del Caso 07: ‘Reclutamiento y utilización de niñas y niños en el conflicto armado’, en desarrollo de las medidas cautelares decretadas por la Sala de Reconocimiento sobre el cementerio del corregimiento de La Unión Peneya, en el municipio de La Montañita, Caquetá, en donde se recuperaron 47 cuerpos de personas que podrían corresponder a desaparecidos en el conflicto. La investigación, además, ha arrojado que entre los hallazgos forenses hay niñas y niños víctimas de reclutamiento.

La entrega digna, la inhumación y la ceremonia en memoria de la víctima se llevó a cabo gracias al trabajo articulado entre las instituciones que conforman el Sistema Integral para la Paz. La JEP y la UBPD coordinaron y dirigieron actividades con el Instituto Nacional de Medicina Legal para lograr la identificación de la víctima.

“Uno recuerda jugar, ver muñequitos, hacer cosas de niños y después ver a mi mamá llorando, buscándolo. Para ella fue duro no verlo. No poder hacerle un velorio, ni llevarlo a una iglesia. Mamá sufrió mucho”, contó la hermana de la víctima durante la diligencia de entrega digna que tuvo lugar en Huila, en donde la familia se reencontró para cerrar juntos años de incertidumbre y dolor.

La familia le contó al despacho relator del Caso 07 que hace unos años, integrantes de las extintas Farc-EP les informaron sobre la presunta inhumación del cuerpo de su ser querido en el cementerio de La Unión Peneya. Sin embargo, como no les permitieron ver el cuerpo, no pudieron tener certeza que se tratara de él. A esta incertidumbre se sumaron los testimonios de algunos habitantes de la zona que les relataron haberlo visto vivo, lo que mantuvo la esperanza de tenerlo de nuevo en casa.

La explicación del Instituto de Medicina Legal reveló que la identificación del cuerpo se comprobó mediante pruebas de ADN. Es decir, el hallazgo coincidió con el perfil genético de su madre. En esta diligencia, la familia pudo conocer información sobre la causa de muerte y el proceso de identificación.

“Uno ve en la televisión a la JEP y no entiende para qué es, hasta que pasa esto. El trabajo que ustedes hacen es muy gratificante para las familias, nunca pensé que la JEP sirviera tanto”, dijo un amigo cercano a la familia que los acompañó durante el reencuentro con su ser querido.

El despacho relator del Caso 07 entregó a la madre de la víctima una planta de bambú, como símbolo de su lucha incansable en la búsqueda de su hijo. Este símbolo se ha construido en el marco del Caso 07 como un reconocimiento a la fortaleza, resiliencia y la solidaridad que caracteriza a las mujeres, madres y hermanas buscadoras de aquellos niños y niñas que fueron reclutados y arrebatados de sus hogares. La planta de bambú honra el proceso de búsqueda y exigencia de justicia que emprenden las víctimas, cuyas raíces sólidas y robustas preparan su tallo y sus hojas para enfrentar las adversidades que se presentan en el camino.

La desaparición forzada asociada al reclutamiento y la utilización de niñas y niños es una línea de investigación dentro del Caso 07. Esta es una de las conductas que la JEP más encuentra asociada al reclutamiento. El hallazgo explica por qué el 40% de las víctimas acreditadas en este caso corresponden a madres, padres, hermanas y hermanos de niñas y niños reclutados y dados por desaparecidos.

Sobre las medidas cautelares en La Unión Peneya


En desarrollo de las medidas cautelares ordenadas por la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP en octubre de 2021, la UBPD y el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP recuperaron un total de 47 cuerpos esqueletizados que fueron entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal para su identificación. La JEP, la UBPD y Medicina Legal trabajan de forma articulada en la identificación y posterior entrega digna de todos los cuerpos recuperados en el cementerio de La Unión Peneya.

A la fecha, se han identificado y entregado de manera digna a sus familiares seis cuerpos de víctimas recuperados en el marco de la medida cautelar. De estos, cuatro corresponden a personas que fueron reclutadas por las Farc-EP siendo niñas o niños y, los otros dos, también fueron reclutados y fallecieron cuando aún eran menores de 18 años.

Del total de los 47 cuerpos recuperados en este cementerio, el Instituto Nacional de Medicina Legal ha determinado que 26 corresponden a personas que murieron siendo adultos, 4 corresponden a personas que murieron siendo menores de 18 años y 17 se encuentran en un rango de edad probable al momento de su muerte que podría incluir menores de 18 años.
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