COMUNICADO 142

JEP ha imputado a 148 máximos responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad en el conflicto armado


  • De ellos, 62 han reconocido su responsabilidad ante la Jurisdicción Especial para la Paz, ante las víctimas y ante el país por los secuestros de las Farc-EP y los mal llamados ‘falsos positivos’ en los que participaron integrantes del Ejército; 79 comparecientes más se preparan para hacerlo.
  • En la Universidad Popular del Cesar, en Valledupar, la JEP realizó la rendición de cuentas de su gestión en 2023.
  • La JEP ha acreditado a casi 8 mil víctimas individuales y 300 sujetos colectivos, que integran cerca de 300 mil personas.
  • Para continuar avanzado en los procesos en esta región del país, la JEP abrió una oficina territorial en Valledupar.
  • El despliegue territorial se ha fortalecido cada año. A la fecha, la JEP hace presencia permanente en 34 municipios, a través de 25 equipos territoriales en 12 oficinas.
  • A través de sus investigaciones y hallazgos, la entidad ha contribuido a construir las memorias del conflicto para ofrecerle verdad y justicia al país, especialmente a las víctimas de más de 50 años de atrocidades.


Valledupar, 5 diciembre de 2023. La JEP ha dado pasos históricos y decisivos para judicializar los crímenes más atroces ocurridos en el conflicto armado. A la fecha, la Sala de Reconocimiento de Verdad ha imputado a 148 comparecientes de las extintas Farc-EP y la fuerza pública, como máximos responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad. De ellos, 62 han reconocido su responsabilidad ante la Jurisdicción Especial para la Paz, las víctimas y el país; 79 más se preparan para hacerlo y 7 más, que no aceptaron la imputación, se preparan para enfrentar un juicio adversarial en el cual se exponen a penas de hasta 20 años de cárcel.

Así lo anunciaron el presidente de la JEP, el magistrado Roberto Carlos Vidal, y el secretario ejecutivo, Harvey Suárez, durante la rendición de cuentas que se llevó a cabo en Valledupar. Desde la capital de Cesar, la Jurisdicción Especial para la Paz presentó los principales logros alcanzados en cinco años y medio de funcionamiento, especialmente en lo correspondiente a 2023. A través de sus investigaciones y hallazgos, la entidad ha contribuido a construir las memorias del conflicto para ofrecerle verdad y justicia al país, especialmente a las víctimas de más de 50 años de atrocidades.

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El evento público transmitido en vivo desde la Universidad Popular del Cesar; contó con la participación de la Secretaría Ejecutiva, la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) y la magistratura, que le contaron al país cómo avanza la aplicación de justicia restaurativa, cuáles son los principales hallazgos y qué ha pasado con quienes no son hallados como máximos responsables. Además, se habló sobre el avance de los 11 macrocasos, de los enfoques étnico racial, territorial y de género y cómo se ha logrado materializar la participación de las víctimas en el proceso judicial.

Esta rendición de cuentas tuvo lugar en una zona del país que ha sido testigo de los avances de la JEP. Allí se llevó a cabo, en julio de 2022, la Audiencia de Reconocimiento de Verdad de 12 comparecientes imputados por asesinatos y desapariciones forzada en el marco del Caso 03, Subcaso Costa Caribe. Además, allí se viene realizando el trabajo de la Sección de Primera Instancia para Casos de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad del Tribunal para la Paz, que se prepara para imponer las primeras sanciones a los integrantes de la fuerza pública que aceptaron responsabilidad por hechos perpetrados en la Costa Caribe.

“La jurisdicción decidió hacer su rendición de cuentas esta vez en Valledupar porque tenemos un trabajo muy fuerte en Cesar, La Guajira y Magdalena, donde hay una serie de casos que convocan a la investigación por parte de la magistratura y porque, además, queremos anunciar la apertura de una oficina permanente en este territorio, que va a facilitar la participación de las víctimas y toda la sociedad civil en nuestros procesos”, destacó el presidente de la JEP, magistrado Roberto Vidal.

Descentralizar la justicia y llegar a los territorios que sufrieron los impactos más fuertes del conflicto en Colombia ha sido una de las principales apuestas de la JEP. Acercar los procesos de la entidad a las comunidades estimula su participación y pone en el centro de la actuación judicial a quienes sufrieron crímenes como el secuestro, la desaparición forzada, asesinatos y desapariciones, en los que están involucrados todos los actores irregulares del conflicto, incluidos agentes del Estado, funcionarios públicos y terceros civiles.

Según el Departamento de Atención a Víctimas, la JEP ha acreditado casi a ocho mil víctimas individuales y a 300 sujetos colectivos, que integran cerca de 300 mil personas, para participar en el proceso judicial. De ellas, 925 se encuentran en la Costa Caribe y 1.068 se encuentran en proceso de acreditación en los 11 macrocasos abiertos, en esta región. ¿La razón? Además del Caso 03, allí convergen el Caso 01, que investiga secuestros de las Farc-EP, el Caso 09, que investiga los crímenes cometidos contra Pueblos y Territorios Étnicos, y el Caso 08, que investiga los crímenes cometidos por la fuerza pública, agentes del Estado en asociación con grupos paramilitares, o terceros civiles.

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Avances de la JEP


  • A la fecha, la Jurisdicción ha realizado cinco audiencias públicas de reconocimiento de verdad. Este año, precisamente, se llevaron a cabo dos más en el marco del Caso 03, que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas ilegítimamente como bajas en combate. La primera de ellas se llevó a cabo en Dabeiba, en junio. Allí, frente a 25 víctimas que participaron del proceso, ocho miembros retirados del Ejército aceptaron responsabilidad por ‘falsos positivos’ en ese municipio de Uraba, y 17 comparecientes no seleccionados como máximos responsables hicieron reconocimiento y pidieron perdón a las víctimas.
  • Dos meses después, en Yopal, Casanare, 21 miembros del Ejército, un funcionario del extinto DAS y dos civiles reconocieron que en la Brigada XVI se implantó una organización criminal compleja que se valió de la arquitectura institucional de las Fuerzas Militares que presentó 296 asesinatos y desapariciones forzadas como bajas en combate en este departamento del país entre 2005 y 2008. Allí, uno de los comparecientes en reconocer responsabilidad fue el mayor general (r) Henry William Torres Escalante.
  • En este momento, los procesos de 30 comparecientes que participaron de las audiencias de reconocimiento de 2022, que incluye al antiguo secretariado de las extintas Farc-EP y a miembros de la fuerza pública, se encuentran en manos del Tribunal Especial para la Paz que se encargará de imponer las sanciones propias
  • a quienes aportaron verdad y aceptaron responsabilidad. A este trámite judicial se llegó luego de que la Sala de Reconocimiento emitió las primeras resoluciones de conclusiones con las que se activó la etapa de juicio.
  • En los casos de los siete comparecientes que no aceptaron responsabilidad, la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP ya presentó ante la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad la acusación contra Luis Fernando Almario Rojas, en el marco del Caso 01, y contra los coroneles retirados Publio Hernán Mejía y Juan Carlos Figueroa Suárez, en el Caso 03. De ser hallados culpables en este trámite adversarial, estos comparecientes se exponen a penas de hasta 20 años de cárcel.
  • Así mismo, este año la Sala de Reconocimiento de Verdad avanzó en el anuncio de cinco nuevas imputaciones. La primera de ellas, que se dio en el marco del Caso 05, que prioriza el norte del Cauca y sur del Valle del Cauca, imputó 14 crímenes de guerra y de lesa humanidad a 10 integrantes de las columnas móviles Jacobo Arenas y Gabriel Galvis que hacían parte del antiguo Bloque Occidental de las extintas Farc-EP. Entre otros delitos, se imputan ataques contra la población civil, empleo de minas antipersonal, asesinatos y desapariciones de líderes de comunidades étnicas y campesinas, y persecución, reclutamiento y utilización de niñas y niños.
  • En julio, el Caso 02, que priorizó la situación territorial de Tumaco, Ricaurte y Barbacoas (Nariño), entre 1990 y 2016, atribuyó responsabilidad por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad a 15 exintegrantes de las columnas móviles Mariscal Sucre, Daniel Aldana y el Frente 29. Entre los hechos constitutivos de los seis patrones macrocriminales identificados se encuentran: masacres, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, confinamientos y desplazamientos forzados, reclutamiento y utilización de niñas y niños, violaciones, esclavitud sexual y destrucción del territorio y la naturaleza.
  • Así mismo, el país conoció la primera imputación regional que involucra a mandos medios de las Farc-EP, en el marco del Caso 01, conocido como el de secuestro. Luego de que el último secretariado de esa extinta guerrilla reconoció responsabilidad por la política nacional que implementó, la JEP imputó a 10 antiguos integrantes del Comando Conjunto Central por crímenes de guerra de toma de rehenes, homicidio, atentados a la dignidad personal, tratos crueles e inhumanos y los crímenes de lesa humanidad de otras privaciones graves de la libertad, asesinato, desaparición forzada, esclavitud, violencia sexual, tortura y otros actos inhumanos. Es decir, llamó a reconocer responsabilidad a quienes comandaron la estructura que operó en el sur de Tolima, Quindío y Huila.
  • Por otro lado, en agosto de este año, por mentir sobre el número de bajas, encubrir casos de extralimitación del uso de la fuerza, presionar a los miembros de las unidades militares bajo su mando para obtener bajas “en combate”, emplear un lenguaje violento que exaltaba el derramamiento de sangre y ordenar que no se reportaran capturas por considerarlas resultados operacionales indeseados, la JEP imputó crímenes de guerra y de lesa humanidad al general (r) Mario Montoya Uribe, así como a otros ocho militares más por 130 ‘falsos positivos’ en el oriente antioqueño.
  • En la última imputación, que se conoció en noviembre, la JEP atribuyó crímenes de guerra y de lesa humanidad a 35 integrantes del Ejército en Huila, entre ellos a Jaime Lasprilla Villamizar y a otros cuatro generales retirados. De acuerdo con la investigación, ellos son responsables de 200 asesinatos, entre ellos 32 desapariciones forzadas, además de ocho tentativas de homicidio, que se habrían perpetrado en el departamento entre 2005 y 2008. Los hallazgos de la magistratura indican que 192 de las 264 muertes reportadas en realidad fueron homicidios cometidos contra personas en falsos combates.
  • Al mismo tiempo que la Sala de Reconocimiento de Verdad avanzó con determinación en las imputaciones que activaron una nueva etapa procesal en la JEP, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas concedió 656 libertades transitorias, condicionadas y anticipadas y rechazó los sometimientos de 2.857 personas que habían solicitado su ingreso a la entidad. Uno de ellos, precisamente, fue el del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, conocido como ‘Jorge 40’, por no aportar verdad plena. Por el contrario, este año, la Jurisdicción aceptó de manera excepcional el sometimiento de Salvatore Mancuso como sujeto funcional y materialmente incorporado a la fuerza pública, entre 1989 y 2004. La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas concluyó que Mancuso, como sujeto bisagra o punto de conexión, tuvo el poder para “mover los hilos” de estructuras militares, empresariales, políticas e incidir en agentes del Estado de alto rango.
  • En total, a la JEP se han sometido alrededor de 14 mil comparecientes para resolver su situación jurídica. Entre ellos, 9.877 de las Farc-EP, 3.873 de la fuerza pública y 184 entre agentes de Estado y civiles.
  • La Jurisdicción, además, ha excluido o expulsado a 74 comparecientes. Por su parte, la Sala de Amnistía o Indulto ha otorgado 660 amnistías y ha definido 457 libertades condicionadas a excombatientes de las extintas Farc-EP. Así mismo, la magistratura ha entregado de manera digna a sus familias, los cuerpos de 47 víctimas de desaparición forzada.
  • El balance entregado por la JEP indica que, a la fecha, la entidad recibió 1.052 informes de organizaciones de víctimas, de la sociedad civil y de instituciones del Estado que sirvieron de base para abrir los macrocasos, entre ellos los cuatro nuevos que fueron anunciados y que terminan de delimitar el universo de crímenes que serán investigados, juzgados y sancionados por la JEP.
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Sistema Restaurativo en acción


Durante 2023, la Secretaría Ejecutiva de la JEP terminó de estructurar la arquitectura institucional que facilitará la imposición de las sanciones propias a los comparecientes que aporten verdad y acepten responsabilidad. Para ello, se crearon cuatro nuevas dependencias que estructuran la manera en que los comparecientes desarrollarán los diferentes Trabajos, Obras y Actividades con contenido Reparador (Toar) como parte de sanción o de las contribuciones que hagan a la reparación de las víctimas.

Se trata de las oficinas asesoras de Justicia Restaurativa, de Estructuración de Proyectos Restaurativos, de Monitorio Integral y de Memoria Institucional. Su articulación, que involucra a otras dependencias de la Jurisdicción, permite el funcionamiento del Sistema Restaurativo. Un esfuerzo colectivo que busca contribuir a la restauración del daño causado a las víctimas y enfrentar los factores que propiciaron y pretenden perpetuar la violencia. Esta iniciativa, liderada por la Jurisdicción Especial para la Paz, se enfoca en la construcción de proyectos a través de siete líneas de acción. Su objetivo es unir y entrelazar los esfuerzos para construir un país en paz.

Esta semana, precisamente, la JEP vinculó a 12 comparecientes de la fuerza pública al proyecto ‘Restaurándonos’, un Toar que abre la línea del Sistema Restaurativo de la JEP en materia de reparación de daños contra el medio ambiente, la naturaleza y el territorio,que se llevará a cabo en Usme y Ciudad Bolívar, en Bogotá. Ninguno de ellos fue seleccionado por la Sala de Reconocimiento de la JEP como máximo responsable en casos de ‘falsos positivos’ cometidos en Norte de Santander.

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Desde el corazón de los territorios


Desde 2018, el despliegue territorial de la JEP se ha ampliado y fortalecido cada año. A la fecha, la JEP hace presencia permanente en 34 municipios, a través de 25 equipos territoriales en 12 oficinas a cargo de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP.

Los 25 equipos territoriales están conformados por 193 profesionales que prestan sus servicios de manera itinerante en Antioquia, Amazonas, Magdalena, Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Putumayo, Norte de Santander, Arauca, Santander, Huila, Tolima, Caquetá, Guainía, Casanare, Vichada, Guaviare, Vaupés, La Guajira, Cesar, Sucre, Córdoba, Bolívar, Atlántico, Boyacá y Cundinamarca.

En el año 2023, el despliegue de los 25 equipos territoriales se materializa con la gestión de 58 abogados y profesionales psicosociales del Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa (SAAD Comparecientes), 54 profesionales sociales y psicosociales para la atención a las víctimas, 31 enlaces territoriales, 18 enlaces étnicos, 17 abogados del SAAD Víctimas, 9 profesionales de la Subdirección de Comunicaciones, 5 profesionales de atención a la ciudadanía y 1 profesional de la Oficina Asesora de Monitoreo Integral.

Por esta vía la Secretaría Ejecutiva ha facilitado acreditaciones de víctimas, notificaciones en procesos judiciales y garantiza el acompañamiento jurídico y psicosocial, entre otras múltiples tareas que conectan diariamente la labor de la JEP con quienes están en territorio.

Esta presencia territorial hace parte de la apuesta de la JEP por descentralizar la justicia y llegar a los territorios que sufrieron los impactos más fuertes del conflicto en Colombia. Esto le ha permitido desconcentrar servicios de Bogotá y promover el fácil acceso de las víctimas desde un enfoque integral, que incluye la aplicación de los enfoques diferenciales: étnico racial, de género, de personas mayores, de discapacidad, de niños, niñas y adolescentes. Estos servicios en territorio también velan por la seguridad jurídica de los comparecientes sometidos ante la entidad y que se encuentran muchas de estas regiones.
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