COMUNICADO 60

JEP recupera 42 estructuras óseas con signos de violencia en osario colectivo en Samaná, Caldas


  • Durante 17 días de intervención forense en el Cementerio San Agustín, se recuperaron 171,806 estructuras óseas, que corresponderían a 831 personas. De estas, 42 presentaron signos de eventos violentos y fueron remitidas al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) para su identificación.
  • Los osarios colectivos han sido identificados como un escenario complejo para la recuperación de víctimas de desaparición forzada en Colombia. En muchos casos, los cuerpos de víctimas fueron depositados sin llevar un control y registro organizado, mezclándolos cuerpos identificados. Esto dificulta el reconocimiento de las personas que allí se encuentran.
  • El resto de las estructuras óseas recuperadas serán depositadas en un Santuario de la Memoria, atendiendo a la normatividad (Ley 1408 de 2010 que rinde homenaje a las víctimas de desaparición forzada) y que fue ordenado por la medida cautelar que protege este cementerio.
  • La intervención fue liderada por el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP, así como la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) y el Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial (EQUITAS).
  • La diligencia se da en el marco de la medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad en Norcasia, Samaná y Victoria, Caldas. A partir de estas intervenciones, se construirá una metodología que pueda ser replicada en otros osarios colectivos del país.La diligencia se da en el marco de la medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad en Norcasia, Samaná y Victoria, Caldas. A partir de estas intervenciones, se construirá una metodología que pueda ser replicada en otros osarios colectivos del país.
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Samaná (Caldas), 9 de mayo de 2024. Durante la primera intervención, sin precedentes, a osario colectivo para recuperar cuerpos de víctimas de desaparición forzada, en Samaná, Caldas, el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP recuperó 171.806 estructuras óseas. De este
total, 42, que mostraron signos de eventos violentos, fueron remitidas al Instituto Nacional de Medicina Legal para su identificación.

Los osarios colectivos han sido identificados como un escenario complejo para la recuperación de víctimas de desaparición forzada en Colombia. Tal y como se evidenció durante la jornada de intervención forense de 17 días en el Cementerio San Agustín, los cuerpos de las víctimas fueron depositados sin llevar un control y registro organizado. En muchos casos, fueron mezclados con restos de personas identificadas, exhumadas y que nunca fueron reclamadas por sus deudos.

La diligencia se dio en el marco de la medida cautelar ordenada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento y Verdad (SARV), para proteger los cementerios de Norcasia, Samaná y Victoria (Caldas) y, con ello, dar respuesta efectiva a los familiares de víctimas de desaparición forzada en el Magdalena medio caldense. “Las familias de las víctimas de desaparición forzada no estamos solas”. Este fue el mensaje que dejaron madres y padres buscadores que atendieron al llamado de la JEP para participar de la intervención.

En el marco de esta decisión judicial y ante la falta de un instrumento forense que se pueda aplicar en la recuperación de cuerpos víctimas de desaparición forzada en escenarios complejos, como los osarios colectivos, la magistrada Reinere Jaramillo, de la Sección de Ausencia de Reconocimiento y Verdad, ordenó este ejercicio piloto en Samaná. A partir de esta intervención, se construirá una metodología que pueda ser replicada en otros puntos del país.

Durante la jornada que se extendió desde el 17 de abril hasta el 3 de mayo, los expertos forenses del Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) que hace parte de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP, la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) y el Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial (EQUITAS) intervinieron un área de 16.502 metros cuadrados, con 2.25 metros de alto, que comprendía el osario colectivo en el Cementerio San Agustín de Samaná, también llamado osario común.

Detalle de los hallazgos


El análisis forense arrojó 171.806 estructuras óseas recuperadas (partes aisladas de cuerpos sin identificar) que representarían 831 personas (por el número de estructuras que conforman un cuerpo completo). No obstante, al analizar cada estructura solo se pudieron identificar 113 bloques anatómicos, es decir, 113 cuerpos completos de personas.

A partir de estos hallazgos, el equipo del GATEF identificó 42 estructuras que presentan signos de eventos violentos asociados al conflicto armado, y que fueron remitidas a Medicina Legal para su identificación. Se trata de 31 cráneos, además de un bloque anatómico (un individuo) y 10 estructuras óseas aisladas que podría, o no, registrar nexo genético con el bloque anatómico o los 31 cráneos.

Para las familias de las víctimas de desaparición forzada en Samaná fue vital conocer el procedimiento alrededor de la intervención. Por eso, en el marco de la diligencia, a cada núcleo familiar, que involucra la solicitud de esta medida cautelar, se les explicó en detalle lo que iba sucediendo en el Cementerio San Agustín, en el que se utilizaron técnicas propias de la arqueología forense para escenarios colectivos mezclados.

Esto quiere decir que las más de 170 mil estructuras analizadas pueden corresponder a personas con muerte natural que cumplieron su límite de tiempo legal de sepultura y fueron trasladadas a dicho osario, o personas registradas como ‘NN’. No obstante, las estructuras restantes a las 42 remitidas a Medicina Legal retornan al cementerio. Quedan al cuidado de la administración del cementerio y la Alcaldía Municipal debido a que no son estructuras de interés forense porque no presentan traumas o indicios de muerte violenta. Serán depositadas en un Santuario de la Memoria, atendiendo a la normatividad (Ley 1408 de 2010 que rinde homenaje a las víctimas de desaparición forzada) y que fue ordenado por la medida cautelar que protege este cementerio.

La recuperación de los cuerpos de las víctimas de desaparición en el marco del conflicto es solo un paso más en la cadena de identificación, que se define tras el cruce genético de la información que entregan los familiares que buscan a sus seres queridos y que se da en el marco de un abordaje interdisciplinario, y que incluye aspectos médicos, odontológicos, antropológicos que lleva a cabo por Medicina Legal.

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¿Qué sigue en este proceso?


La UIA de la JEP entregó a Medicina Legal las 42 estructuras con eventos violentos asociados al conflicto armado. Esta entidad realizará el procedimiento medicolegal y de identificación forense que involucra la extracción de perfil genético, migración al Banco de Perfiles Genéticos de Personas Desaparecidas (BPGPD), y cruces/búsquedas con perfiles genéticos de familiares de personas desaparecidas existentes en el BPGPD.

Por su parte, las autoridades locales de los municipios de la medida cautelar (Norcasia, Victoria, Samaná y La Dorada) en coordinación con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), Medicina Legal y la Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), deben seguir adelantando jornadas integrales y toma de muestras genéticas que permitan avanzar en información útil para la identificación.