COMUNICADO CONJUNTO 17
La búsqueda inversa permitió que, después de 41 años, la familia de José Gabriel Medrano recibiera su cuerpo
- El cuerpo de José Gabriel Medrano fue entregado a sus familiares en Barranquilla, tras haber sido hallado en el cementerio municipal de San Juan del Cesar (La Guajira), donde había sido inhumado como persona no identificada.
- La entrega se realizó en el marco de la estrategia de Búsqueda Inversa, mediante la cual se localiza a los familiares de personas desaparecidas cuyos cuerpos ya fueron identificados, pero no reclamados. A la fecha, esta metodología ha permitido publicar 102 perfiles en la página web de esta estrategia.
- El hallazgo fue posible por la articulación entre la UBPD, Medicina Legal, la JEP y la Corporación Humanitaria Reencuentros, cuyo trabajo conjunto permitió identificar el cuerpo de José Gabriel Medrano y ubicar a su familia.
- El hallazgo José Gabriel Medrano se dio en el marco de la medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP para proteger este cementerio, así como en el contexto del Subcaso Costa Caribe del Caso 03, que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas ilegalmente como bajas en combate del Ejército Nacional.
- A la fecha, las medidas cautelares del cementerio municipal de San Juan del Cesar (La Guajira) han permitido la entrega digna de diez personas. En total, la JEP ha acompañado 19 entregas en el Subcaso Costa Caribe del Caso 03, realizadas en distintos departamentos de la región.
- Esta entrega digna simboliza la unión de esfuerzos institucionales y humanos que contribuyen a la verdad, la memoria y la dignidad, a favor de una familia que buscaba respuestas desde hace más de cuatro décadas.
Barranquilla, 8 de octubre del 2025. Después de 41 años, la familia de José Gabriel Medrano pudo recibir su cuerpo en el marco de la intervención humanitaria y extrajudicial liderada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el cementerio municipal de San Juan del Cesar (La Guajira), donde había sido inhumado como persona no identificada.
El hallazgo y la posterior identificación por parte del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses fueron posibles a partir de la información y el acompañamiento de la Corporación Humanitaria Reencuentros, integrada por firmantes de paz y familiares de personas desaparecidas. Ellos habían señalado la posible inhumación irregular de personas dadas por desaparecidas en ese lugar, lo que permitió orientar las labores de búsqueda.
Como no existía una solicitud formal, sus datos fueron incorporados en la página web de la estrategia de Búsqueda Inversa. Por esta vía, se busca a los familiares de personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado cuyos cuerpos ya fueron recuperados e identificados, pero no reclamados, y esperan ser entregados dignamente a sus seres queridos.
En el caso de José Gabriel Medrano, con los datos disponibles, un grupo de servidores de la UBPD emprendió un viaje de más de 317 kilómetros para rastrear a sus posibles familiares en Cerro de San Antonio (Magdalena), su lugar de nacimiento. El trayecto atravesó trochas, un cruce en ferry y caminos empedrados que los llevaron hasta la plaza del municipio, donde, entre pescadores y agricultores, comenzó la búsqueda de los Medrano Jiménez.
Bajo el sol de la plaza principal, un vecino se acercó y señaló una casa a las afueras del municipio. Allí, una mujer mayor reconoció entre lágrimas la fotografía que llevaban los funcionarios. “Sí, este es mi tío José Gabriel Medrano”, dijo conmovida. Ese encuentro selló el hallazgo esperado por décadas y abrió la puerta para que la familia pudiera recuperar la memoria de su ser querido.
En otro municipio del Atlántico, mientras avanzaba la búsqueda, fueron localizados otros parientes que, junto con la familia en Magdalena, decidieron que la inhumación se realizaría en Barranquilla. Allí, tras más de cuatro décadas de ausencia, se llevó a cabo la entrega digna en un acto profundamente simbólico, marcado por los recuerdos, el dolor y la esperanza que acompañaron el reencuentro con José Gabriel Medrano.
Durante la ceremonia, un familiar les dijo a los asistentes: “A la familia la separó el conflicto armado. Ellos eran 17 hermanos, cada uno hizo su vida y nosotras también. Somos una familia grande. Todos esos hermanos fallecieron. Eran trabajadores del campo, humildes y alegres”. La violencia truncó su vida y la posibilidad de que su familia creciera unida.
“Recuerdo mucho que mi tío me protegía como si yo fuera su hija. Me gustaba ir a la parcela donde sembraban maíz para ayudarle. Le gustaba mucho el baile. Siempre que escucho la canción Carmen Díaz, de los Hermanos Zuleta, lo recuerdo: a él le encantaba esa canción”, recordó una de las sobrinas de José Gabriel Medrano. Su voz, entre la nostalgia y el cariño, dio vida a los recuerdos que se habían perdido entre la incertidumbre.
El hallazgo y la identificación se dieron en el marco de la medida cautelar decretada sobre el cementerio municipal de San Juan del Cesar (La Guajira) por el presidente de la JEP, Alejandro Ramelli Arteaga, magistrado de la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad, y en el contexto de la investigación del Subcaso Costa Caribe del Caso 03, que lleva el magistrado Óscar Parra Vera, y que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas ilegalmente como bajas en combate en esa región.
La estrategia de Búsqueda Inversa, diseñada conjuntamente por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la UBPD, se enfoca en localizar a los familiares de víctimas identificadas cuyos cuerpos no han sido reclamados. A través de esta metodología, se han publicado 102 perfiles en la página web de esta estrategia. De ellos, 68 ya fueron reconocidos por sus familias, 27 han sido entregados y 34 permanecen a la espera de ser reclamados.
La entrega digna de José Gabriel Medrano reafirma el compromiso de las instituciones con las víctimas de desaparición forzada. La UBPD, al desplegar acciones humanitarias de búsqueda y entrega; la JEP, al adoptar medidas judiciales de protección; el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, al garantizar los procesos técnicos de identificación; y la Corporación Humanitaria Reencuentros, al aportar información desde la experiencia de quienes también vivieron la desaparición, convergieron en un esfuerzo conjunto que devuelve verdad, memoria y dignidad a una familia que buscaba respuestas desde hace más de cuatro décadas.