COMUNICADO
082
La JEP le entregó dignamente al pueblo
Emberá Chamí el cuerpo de Leonardo Flórez, un joven desaparecido hace 20 años
en Caldas
- Leonardo Flórez Tapasco fue hallado por
la JEP en una fosa individual del cementerio El Carmen, de Riosucio, Caldas. La
exhumación se llevó a cabo el 28 de marzo de 2023.
- La familia Flórez Tapasco buscaba a
Leonardo desde el 2003, cuando se enteraron de que fue asesinado y su cuerpo
enterrado sin identificar.
- Esta es la primera entrega digna que hace
la JEP a un pueblo indígena en Colombia, un resultado que se logró atendiendo
los enfoques étnico y territorial.
Riosucio (Caldas), 18 de julio de 2023.
Esperanza Tapasco falleció el 18 de julio de 2021 a causa de una complicación
de síntomas relacionados con el COVID ‑ 19. Murió en Riosucio, Caldas, sin cumplir uno de sus mayores
anhelos: encontrar a su hijo. La búsqueda persistió, como un legado que
siguieron sus hijas, y la espera llegó a su fin cuando la JEP le confirmó a la
familia Flórez Tapasco que Leonardo había sido identificado y que este martes
por fin podrían darle digna sepultura.
La entrega del cuerpo del joven de 18
años es la primera que se da en el marco de las medidas cautelares ordenadas
por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad para proteger 15 áreas
de interés forense, ubicadas en los territorios ancestrales del pueblo Emberá
Chamí, en Caldas, y en los cementerios El Carmen, San Nicolás y Supía, lugares
donde se podrían hallar víctimas de desaparición forzada por el conflicto
armado.
Para la época de la desaparición, los
padres de Leonardo, Luis Ángel Flórez y Esperanza Tapasco, vivían con sus nueve
hijos en la vereda La Rueda, ubicada dentro del Resguardo Indígena de Cañamomo
y Lomaprieta. Allí tenían cultivos de pancoger y, eventualmente, para apoyarlos
económicamente, Leonardo se trasladaba a otras veredas de Riosucio a trabajar
como recolector de café.
Hace 20 años, sin embargo, perdieron
cualquier rastro suyo. Una semana después de que Leonardo salió hacia la vereda
Bonafont a trabajar, en marzo de 2003, un vecino de la familia Flórez Tapasco
se acercó con noticias sobre su hijo. Les dijo a Esperanza y a Luis Ángel que
el joven indígena había sido asesinado. Según recuerda Luis Ángel, en el relato
el hombre les aseguró que él mismo había visto su cadáver en la morgue del
pueblo.
En ese instante, los padres de Leonardo
empezaron la búsqueda. En un principio con temor, porque la familia ya sufría
por la desaparición de otro de sus hijos, además, cuatro meses antes fueron
testigos de una masacre perpetrada por paramilitares en La Rueda; y habían sido
víctimas de desplazamiento forzado.
Aunque la pareja acudió a las autoridades
municipales y judiciales para que les entregaran el cuerpo de su hijo, que
suponían estaba enterrado en el cementerio El Carmen, solo obtuvieron
respuestas una década después. Fue gracias al sepulturero del pueblo que
tuvieron acceso a un libro que contenía las actas de defunción y necropsias de
las personas enterradas sin identificar en este cementerio de Riosucio. A
través de una fotografía, que encontraron en ese archivo, confirmaron lo que
les contó el vecino.
Con esa información, Esperanza, quien ya
se había convertido en una curtida buscadora que representaba a su familia y a
otras víctimas de Riosucio ante las instituciones del Estado, les exigió a las
autoridades la exhumación e identificación plena de Leonardo.
Los hallazgos y el cúmulo de evidencia
que juntó en vida no bastaron para que se hiciera realidad su anhelo. En marzo
de 2020, Medicina Legal exhumó su cuerpo y tomó una muestra biológica. Un año
después, en junio del 2021, conocieron los resultados de este análisis
científico, con el que se confirmó que el ADN coincidía con las muestras
genéticas aportadas por los padres, pero tuvieron que pasar dos años para que
Leonardo fuera entregado a su familia.
La identificación y entrega digna de
Leonardo a su familia fue posible gracias a las medidas cautelares, solicitadas
por el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y ordenadas por la
JEP. De acuerdo con la evidencia judicial recogida por la Sección, en cabeza de
la magistrada María del Pilar Valencia, en estos lugares protegidos podrían
estar inhumadas alrededor de 200 personas reportadas como desaparecidas en los
resguardos de San Lorenzo y Cañamomo y Lomaprieta.
Con el fin de dar repuesta integral a las
víctimas y para facilitar el trabajo posterior de identificación y entrega
digna de los cuerpos que puedan ser hallados en dicho territorio, la JEP ha
aplicado al enfoque étnico y territorial. En el proceso se ha sostenido un
diálogo intercultural con las autoridades de los resguardos indígenas, para
escuchar y atender sus inquietudes en aras de incluir su voz en el trámite
judicial y respetando su cosmovisión. Estos enfoques se han conjugado con el
principio de la centralidad de las víctimas, para que en el trámite ante la JEP
materialicen sus derechos.
Justamente, fue en una jornada pedagógica
sobre estas medidas cautelares, realizada el 22 de febrero de 2023 en el marco
de la primera intervención intrusiva ordenada por el despacho a través del Auto
AI 076 del 30 de noviembre de 2022, que la familia de Leonardo informó al Grupo
de Apoyo Técnico Forense (Gatef) de la Unidad de Investigación y Acusación
(UIA) sobre la desaparición de su ser querido y los avances que Esperanza había
logrado en dos décadas de búsqueda.
A partir de la información suministrada,
el equipo Gatef de la UIA exhumó el cuerpo de Leonardo, que fue hallado en una
fosa individual del cementerio El Carmen, el 28 de marzo de 2023. Y,
posteriormente, gracias al trabajo de Medicina Legal y la información
previamente recaudada por la JEP, se logró su identificación plena. Finalmente,
el despacho en coordinación con las autoridades de los resguardos indígenas de
San Lorenzo y Cañamomo y Lomaprieta, los equipos de Gestión Territorial,
Enfoques Étnicos y Atención a Víctimas de la Secretaría Ejecutiva y la Unidad
de Víctimas, fue posible un acto digno de entrega.
De acuerdo con los testimonios de la
familia y las investigaciones, al parecer, Leonardo Flórez Tapasco habría sido
ejecutado extrajudicialmente el 4 abril de 2003. A la fecha, 34 cuerpos más han
sido extraídos por la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, del
cementerio El Carmen.
“La entrega digna de Leonardo tiene un
valor simbólico enorme en el sentido de que se está marcando un camino, un
hito, porque se espera que después de este vengan muchas entregas más que
dignifiquen a las familias y a la comunidad como sujeto colectivo",
expresó María del Pilar Valencia, magistrada de la Sección de Ausencia de
Reconocimiento de la JEP en la entrega digna.
Con un ritual de armonización, con la
naturaleza, en La Casa del Conocimiento La Mandrágora, sitio sagrado de la
comunidad Indígena de Cañamomo y Lomaprieta, inició la entrega digna.
La ceremonia concluyó en el cementerio
San Sebastián, de Riosucio, donde la familia Flórez Tapasco decidió conservar
el cuerpo de Leonardo. Está ubicado a solo unos pasos del camposanto El Carmen,
donde él estuvo enterrado durante 20 años y donde reposa el cuerpo de
Esperanza, su progenitora.