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Tres historias para comprender los TOAR en la JEP

 

- Una Bioexpedición, así como jornadas de desminado y de reconciliación

 

Bogotá, 19 de octubre de 2020. Construir carreteras, mejorar acueductos, ayudar en trabajos de desminado humanitario y hacer labores de alfabetización son apenas tres de los posibles TOAR, o Trabajos, Obras o Actividades con Contenido Reparador o Restaurativo, que pueden realizar los comparecientes de la JEP para reparar el daño causado a las víctimas del conflicto armado.

 

Los Toar pueden llevarse a cabo en distintos momentos procesales. Por ejemplo, pueden hacerse en cumplimiento de los compromisos que los comparecientes adquieren al someterse ante la JEP, pero también hacen parte de las sanciones propias que impondrá la JEP a los comparecientes.

 

A las sanciones propias solo podrán acceder los partícipes determinantes en la comisión de los crímenes más graves y representativos del conflicto armado que aporten verdad plena y acepten responsabilidad ante la JEP.

​En cualquiera de los casos, los TOAR deben estar acordados con las víctimas, quienes son garantes, veedoras y acompañantes de todo el proceso.  

A continuación les contamos cuatro historias breves que permiten comprender mejor el alcance de los TOAR.

 

  1. Bioexpedición en Anorí (Antioquia)


Foto: Robinson Henao/ Universidad Eafit

 

La Bioexpedición fue una iniciativa conjunta entre comparecientes de las extintas Farc -EP, ubicados en el ETCR de la Plancha, en Anorí (Antioquia), la Universidad Eafit y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Consistió en la planeación, preparación y realización de una expedición para explorar y levantar un inventario de biodiversidad de la zona rural del municipio de Anorí, en zonas en las que el conflicto armado lo había impedido.

Cincuenta bio-expedicionarios se dieron a la tarea de reconocer y recorrer el bosque húmedo tropical del municipio en la zona colindante con el Chocó biogeográfico, considerada como un área de alto interés estratégico por su biodiversidad.

​En este ejercicio participaron “[…] seis investigadores de las universidades Eafit, Antioquia y CES; seis auxiliares de investigación, seis  monitores de investigación, seis líderes comunitarios, cinco documentalistas de Colciencias, tres funcionarios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y dos representantes de la Misión de Verificación de Naciones Unidas", según la Universidad Eafit. En este proceso los comparecientes de las Farc EP aportaron su conocimiento detallado del territorio, al servir como guías y auxiliares de investigación.

Los documentalistas crearon La casa de la vida, un producto audiovisual en el que quedó registrada la Bioexpedición, sus hallazgos, enseñanzas y testimonios de los excombatientes sobre su vida en las Farc- EP. 

La Bioexpedición tuvo una duración de quince días continuos de investigación en los Bosques de Anorí (del 17 al 31 de julio de 2018). Es importante mencionar que el proceso tuvo una etapa previa de preparación y una etapa posterior en la que se realizaron los análisis de los hallazgos en campo. A lo largo del proceso, la comunidad académica capacitó a comparecientes y campesinos de la región, que se convirtieron en co-investigadores del proyecto. Como resultado del ejercicio se identificaron 14 especies nuevas: dos cucarrones, diez plantas, un ratón arborícola y un lagarto.

​De acuerdo con la Universidad Eafit, la información y conocimientos  resultado del proceso podrían “[…] tener usos en diferentes ámbitos: en el desarrollo de proyectos productivos sostenibles en las comunidades locales, como el turismo de naturaleza; en estrategias de conservación a través de licenciamientos ambientales, como los bonos de carbono; o en la consolidación de un Distrito de Manejo Integral (DIM), una zona de protección con actividades productivas". 


2. Los pilotos de desminado humanitario

 

El 7 de marzo de 2015, el Gobierno y las Farc EP, por medio del comunicado conjunto #52, dieron inicio al “Acuerdo sobre limpieza y descontaminación del territorio de la presencia de minas antipersonal (MAP), artefactos explosivos improvisados (AEI) y municiones sin explotar (MUSE) y/o restos explosivos de guerra en general (REG)".

 

A raíz de la expedición de ese comunicado se planteó iniciar dos proyectos piloto de desminado humanitario en dos de los lugares con más víctimas por minas antipersonales y cuyo control territorial lo tenían las Farc EP: la vereda El Orejón, en el municipio de Briceño (Antioquia) y la vereda Santa Helena, en el municipio de Mesetas (Meta). 

 

Los proyectos piloto dieron origen a la primera solicitud de certificación en temas de desminado humanitario en los que miembros de las extintas Farc–EP aportaron información sobre la localización y la compoción de minas antipersonal en el territorio.

 

Los proyectos estuvieron activos durante 13 meses, durante los que se trabajó con el Batallón de Desminado Nro. 60-BIDES. En este proceso se liberaron 40.723 m² de estos artefactos, equivalentes, aproximadamente, a seis canchas de futbol. También se destruyeron 67 minas antipersonales que significaban una gran amenaza para los habitantes de la región.

 

Las comunidades fueron partícipes fundamentales durante todo el proceso de desminado humanitario en las zonas seleccionadas y siempre fueron informadas de las actividades que se realizaban. Con el desarrollo de las operaciones de desminado, los habitantes sintieron una esperanza de paz, como lo relata una persona de la comunidad de la vereda El Orejón que escribió en un cuadro que colgó en su casa: “La vereda de El Orejón camina hacia la paz, la esperanza y la prosperidad".

 

David Ramírez, integrante de la comunidad de Santa Helena, en el Meta, relató que el desminado no trajo solamente la liberación de tierras, sino que también, después de muchos años de temor y zozobra, llegó la certeza de poder transitar por zonas seguras, la incorporación del territorio a la economía local y regional en lugares en donde el comercio no llegaba por temor a los artefactos instalados en sus vías.

 

Esto también se tradujo en la llegada de proyectos productivos por parte del Gobierno y en avances en la adecuación de la infraestructura vial, educativa y dotacional.

 

3. Primera jornada por la paz y la reconciliación en San Adolfo (Acevedo, Huila)



 

La Primera Jornada por la Paz y la Reconciliación se realizó el 6 de septiembre de 2019, por iniciativa de la asociación de víctimas Luchando por un progreso del poblado de San Adolfo, en el municipio de Acevedo (Huila), con el apoyo de la Defensoría del Pueblo. Esta jornada tuvo como ejela  central un acto de reconocimiento de responsabilidad por parte de representantes de la dirigencia de las antiguas Farc EP.

 

Los comparecientes de las Farc EP ante la JEP fueron invitados directamente por las víctimas, a través de contactos facilitados por la Defensoría del Pueblo. Durante la jornada se llevó a cabo un acto temprano de reconocimiento de verdad y responsabilidad, que contó con la asistencia de representantes de la JEP, la Comisión de la Verdad (CEV) y la Unidad de Víctimas (UARIV).

 

Es importante mencionar que la exguerrilla de las Farc EP realizó varias tomas, ataques contra civiles, la policía y contra líderes políticos en San Adolfo. Algunos de estos hechos fueron:

 

  1. La toma del puesto de policía de San Adolfo (6 de agosto de 1987)
  2. La toma de la inspección de policía de Acevedo (septiembre de 1996)
  3. El asesinato del alcalde de Acevedo (25 de mayo de 1997)
  4. La masacre en San José de Riecito (20 de agosto de 1999)
  5. La toma de la estación de policía (2 de septiembre de 2001).

 

De acuerdo con los líderes de la asociación de víctimas que promovieron el evento, el objetivo de la jornada fue generar un espacio de construcción de confianza en la población al mostrar que el conflicto va quedando  atrás y que es posible abrir y consolidar colectivamente un espacio seguro en el que ha sido posible narrar lo que ha pasado como comunidad y establecer las bases de que permitan el fortalecimiento del tejido social tan duramente golpeado en el marco del conflicto, identificando proyectos de TOAR que puedan resarcir los derechos de las víctimas.