​Nota de prensa

La Búsqueda Inversa hizo posible la entrega digna de Luis Alixonder Tobón Ibarra a su familia, después de 17 años de haber desaparecido

  • El cuerpo de Luis Alixonder fue entregado dignamente a su familia el 18 de julio de 2025 en Belalcázar (Caldas) gracias a la estrategia de Búsqueda Inversa, en el marco de la medida cautelar decretada por la JEP sobre el Cementerio Central de Neiva, donde la Unidad de Búsqueda adelanta intervenciones forenses con el apoyo técnico de Medicina Legal.
  • A la fecha, 96 cuerpos de personas no identificadas han sido recuperados en el Cementerio Central de Neiva, tras la medida cautelar de la JEP y la intervención de la UBPD. Entre el 13 y el 28 de julio de 2025, en la sexta fase de prospección, fueron recuperados 25 cuerpos, de los cuales ocho ya han sido entregados a sus familias.
  • Con la metodología de Búsqueda Inversa implementada por la UBPD, en coordinación con la JEP y Medicina Legal, se han publicado 98 perfiles en la página oficial de la estrategia: 64 ya fueron reconocidos por sus familias, 27 han sido entregados dignamente y 34 continúan en espera de reconocimiento.
Bogotá, 16 de octubre del 2025. La historia de Luis Alixonder Tobón Ibarra es otra de tantas ausencias que dejaron una pregunta sin respuesta, una silla vacía en la mesa y un silencio que se hizo más pesado con el paso de los años. Una vida interrumpida para cuya familia, después de décadas de incertidumbre, terminó su larga espera, pues pudo recibirlo en condiciones de dignidad gracias a la estrategia de Búsqueda Inversa implementada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la JEP y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
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En Colombia, la desaparición no solo arrebata vidas: prolonga el dolor de miles de familias y fractura generaciones enteras. Luis nació en el norte de Valle del Cauca y era campesino. En 2002, cuando tenía 23 años, salió de la finca donde trabajaba en labores agrícolas y nunca volvió. Desde ese día, su familia se sumergió en la incertidumbre, esperando noticias que nunca llegaban. Cada aniversario, cada cosecha, cada fecha significativa repetían la misma pregunta: “¿dónde está?”. Durante 17 años, su nombre permaneció entre los más de cien mil que hoy integran el universo de personas desaparecidas en el país, una cifra que no es solo estadística, sino vidas truncadas, familias fragmentadas y duelos que no pudieron hacerse.

Fue en mayo de 2025 —justo el mes en que Luis habría cumplido años— cuando la metodología de Búsqueda Inversa marcó un giro en esta historia. Una fotografía de Luis apareció en televisión y en plataformas digitales, fruto del trabajo articulado entre la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Unidad de Búsqueda y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. A diferencia de los procesos tradicionales, en los que son las familias quienes emprenden la búsqueda, esta metodología invierte el camino: una vez son establecidas las identidades de los cuerpos no reclamados, se divulgan los datos de la víctima para encontrar a sus familiares.

Al ver la fotografía de Luis, su familia sintió una sacudida en el corazón. Su rostro, congelado por años en la memoria de sus seres queridos, volvía a hacerse presente. Fue un instante cargado de asombro, de lágrimas contenidas y de esperanza. Desde ese momento, la familia tuvo que transitar de la ilusión de encontrarlo con vida a la confirmación de lo que tanto se habían resistido a aceptar.

La gestión humanitaria liderada por la UBPD reconstruyó el camino de lo ocurrido: Luis habría muerto en 2008, en el norte de Huila, en hechos relacionados con el conflicto armado. Su cuerpo fue trasladado a Neiva y sepultado en el Cementerio Central, en el columbario conocido como Monumento 14 o ‘No me olvides’, un lugar identificado por las organizaciones de víctimas y por las propias entidades como uno de los principales puntos de interés forense en el sur del país. En 2019, la JEP dictó medidas cautelares para proteger los cuerpos no identificados y no reclamados ubicados en ese cementerio, resaltando el riesgo de pérdida y deterioro.

En 2024, la UBPD inició la intervención de este cementerio en fases sucesivas, con el respaldo técnico de Medicina Legal y el acompañamiento judicial de la JEP. En el marco de la sexta fase, desarrollada entre el 13 y el 28 de julio de 2025, fueron recuperados 25 cuerpos. Con estos, el acumulado desde el inicio de la medida cautelar asciende a 96 cuerpos recuperados, de los cuales ocho ya han sido entregados dignamente a sus familias.

En todo el país, la JEP ha decretado 33 medidas cautelares que han permitido la exhumación de 2.033 cuerpos, de los cuales 200 han sido identificados y 127 entregados a sus seres queridos. Estos datos dan cuenta de un esfuerzo judicial y humanitario, sin precedentes, que ha convertido a los cementerios y otros lugares protegidos en escenarios que les brindan a las familias la posibilidad de saber qué ocurrió con sus seres queridos.

Aunque la noticia no era la esperada para la familia, pues Luis no estaba vivo, pero su madre, con la fortaleza nacida del dolor, expresó que al fin podía sentirse tranquila, porque ya sabía dónde estaba su hijo. Su hermana Johana, durante la ceremonia solemne de entrega digna, compartió unas palabras que recogen el sentir de muchas familias buscadoras en el país: “Gracias a ese comercial pudimos saber de mi hermano. A quienes aún buscan, les digo que no se rindan, que insistan una y otra vez, y que se aferren a Dios, porque a nosotros Él nos hizo el milagro”.
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La historia de Luis refleja que la Búsqueda Inversa no es solo un procedimiento técnico, sino una herramienta que convierte los resultados forenses en respuestas reales para las familias. Con esta metodología ha sido posible ubicar a los familiares de 62 personas que ya habían sido identificadas, pero cuyos cuerpos permanecían sin reclamar. De ellas, 27 han sido entregadas en condiciones de dignidad y 34 continúan en espera de ser reconocidas. Cada entrega significa más que la devolución de un cuerpo: permite abrir un duelo suspendido, restituir un lugar en la memoria familiar y fortalecer la verdad que la sociedad necesita.

La UBPD y la JEP reafirman con este trabajo que la desaparición no puede quedar sepultada en el olvido. La articulación interinstitucional es una garantía para que los cementerios dejen de ser lugares de anonimato y se conviertan en espacios de verdad y reencuentro. Pero la búsqueda de las personas desaparecidas en Colombia exige también un compromiso social, pues cada cuerpo pendiente de ser entregado representa una historia interrumpida y una herida abierta en la memoria del país.

En el portal https://busquedainversa.unidadbusqueda.gov.co/ permanecen los rostros e historias de 34 personas identificadas cuyos cuerpos aún no han sido reclamados. Que la sociedad se reconozca en estos relatos, aporte información o entregue muestras biológicas significa contribuir a que la verdad y la dignidad alcancen a más familias. La historia de Luis nos recuerda, después de 17 años de espera, que la verdad puede tardar en llegar, pero, cuando llega, transforma la ausencia en memoria.