​NOTA de prensa

La JEP y Gobierno de Kenia comparten experiencias sobre la investigación y judicialización de crímenes de género y étnico

  • La Comisión de Género, la Secretaría Ejecutiva de la Jurisdicción y el Departamento de Estado de Género de Kenia realizaron un taller interétnico e interseccional para abordar las violencias basadas en género (VBG).

Bogotá, 11 de junio. Prevenir, investigar y juzgar las violencias basadas en género exige una atención especializada, no revictimizante y enfocada en los daños diferenciados que enfrentan las víctimas de este tipo de crímenes.

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Con este propósito, la Comisión de Género de la JEP y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia (APC Colombia) realizaron el taller ‘Abordaje interétnico e interseccional de la justicia transicional y restaurativa en la JEP’.

El espacio contó con el acompañamiento de representantes del Departamento de Estado de Género y Acción Afirmativa de Kenia, y coincidió con la conmemoración del Día de la Afrocolombianidad.

Esta fue una ocasión para exaltar, valorar y reafirmar cómo el posicionamiento del enfoque de género, mujer, familia y generación en estos pueblos ha permitido visibilizar e investigar los impactos diferenciados sufridos por niñas, niños y mujeres afrodescendientes. Asimismo, ha contribuido a definir medidas y planes de acción orientados a prevenir estas violencias.

Este espacio contó con el acompañamiento de representantes del Departamento de Estado de Género y Acción Afirmativa de Kenia, y coincidió con la conmemoración del Día de la Afrocolombianidad, una ocasión para exaltar, valorar y reafirmar cómo el posicionamiento del enfoque de género, mujer, familia y generación de pueblos afrocolombianos, ha permitido visibilizar e investigar los impactos diferenciados que han sufrido las niñas, niños y mujeres afrodescendientes, así como definir medidas y planes de acción para prevenir estas violencias.

Por parte de la JEP, participaron las magistradas Alexandra Sandoval, de la Sala de Amnistía o Indulto y coordinadora de la Comisión de Género de la JEP; Ana Manuela Ochoa Arias, presidenta de la Sección de Reconocimiento de Verdad y coordinadora de la Comisión Étnica; y Nadiezhda Henríquez Chacín, de la Sala de Reconocimiento de Verdad. También asistieron Eliana Antonio, jefa de la Oficina de Enfoques Diferenciales, y Liliana Oliveros León, enlace de la Secretaría Ejecutiva de la JEP para el Caso 11.

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La delegación keniana estuvo conformada por Anne Wang’ombe, secretaria principal; Josephine Obonyo, secretaria de Género; Rhoda Khevali Misiko, subdirectora de Género; y John Khainga Ndonji, director adjunto de Género.

En este espacio se compartieron lecciones aprendidas, desafíos, hitos y buenas prácticas en la atención e investigación de las violencias basadas en género, con enfoque en las cortes especializadas de Kenia y en la JEP en Colombia, con el propósito de fortalecer los conocimientos y capacidades mutuas.


Retos y avances de la JEP

Eliana Antonio aseguró que parte de los desafíos históricos en Colombia son: la normalización de las violencias basadas en género; la existencia de estereotipos y mitos entre funcionarios judiciales, que desconocen o minimizan estos hechos; el subregistro de casos y la desconfianza en el sistema judicial. También habló sobre los retos que enfrenta la denuncia debido a la falta de intérpretes, pues en Colombia existen 69 lenguas indígenas y dos lenguas afrodescendientes, lo que ha significado una barrera adicional, sumada a la persistencia del conflicto armado.

Por otro lado, destacó algunos de los logros alcanzados por la JEP:

Empoderamiento de las víctimas y organizaciones, lo que ha facilitado la presentación de informes y, a partir de allí, la apertura de macrocasos.

Investigación transversal de las violencias basadas en género: aunque existe un caso específico que aborda estas violencias y la violencia sexual (#Caso 11), este tipo de crímenes se investigan en todos los casos de la JEP.

Implementación de intérpretes contextuales propios de las comunidades y pueblos: junto con el reconocimiento del enfoque de género, mujer, familia y generación, esto ha permitido comprender que las violencias basadas en género deben ser investigadas desde una perspectiva interseccional, abordando tanto los derechos individuales como los colectivos de las víctimas étnicas.

Creación de una Comisión de Género: esta garantiza, entre otros aspectos, que todas las decisiones y procedimientos de justicia, así como el funcionamiento interno de la JEP, incorporen un enfoque de género.

¿Cómo se abordaron estos crímenes en Kenia?

Anne Wang’ombe, secretaria principal del Departamento de Estado de Género de Kenia, señaló que “nuestras misiones son las mismas (...) En nuestro país, las violencias basadas en género, en los meses más recientes, han estado relacionadas con los retos que se mencionaron”, dijo.

La secretaria relató que “las personas temen reportar estas violencias porque las consideran vergonzosas y temen represalias por parte de los agresores”. Algunas víctimas son intimidadas por los victimarios y terminan retirando sus casos, detalló.

También, dijo, temen denunciar porque desconfían del sistema de justicia: “Muchas personas creen que la violencia basada en género es algo normal; en algunas comunidades estas violencias se han normalizado (...) y las personas no saben que existen leyes que las sancionan”.

Durante su intervención mencionó que en muchos casos no hay interés en que sus casos se conozcan, ya que los medios, en sus narrativas, tienden a culpar a la víctima. “Hasta hace poco, los medios se habían convertido en un obstáculo (...) pero ahora trabajamos de la mano con ellos”, afirmó.

Otros retos señalados incluyen la dificultad de acceso a zonas rurales tan remotas que las comunicaciones son precarias, y las barreras lingüísticas, pues en Kenia se hablan 43 lenguas y hay dos oficiales, inglés y suajili, lo que representa un desafío porque “muchas veces la traducción no es correcta”.

Anne Wang’ombe también habló de algunos de los logros alcanzados en su país:

  • Centros de recuperación para sobrevivientes de violencias basadas en género, ubicados en hospitales: “No las llamamos víctimas, sino sobrevivientes. Reciben atención médica, asistencia y terapia, y pueden acceder a la justicia para que, una vez empiecen a sanar mental, física y emocionalmente, puedan acudir a la justicia”.
  • Oficinas especializadas en estaciones de policía para casos de violencia basada en género: el personal ha sido capacitado para atender debidamente las denuncias.
  • Modelo de ventanilla única: todos los servicios (asesoría, denuncias, apoyo psicosocial) se encuentran en un mismo edificio. “Todo en el mismo lugar, porque muchas veces las sobrevivientes tienen dificultades para trasladarse de un lugar a otro”.
  • Cortes especializadas en violencia basada en género: estas cortes no atienden ningún otro tipo de caso. Actualmente, Kenia cuenta con 15 cortes de este tipo a nivel nacional y están invirtiendo esfuerzos para tener tribunales especializados en los 47 condados del país, con una corte especializada en violencia basada en género en cada condado.

“El enfoque de género es transversal a todo el proceso”: Alexandra Sandoval

"La magistrada Alexandra Sandoval expuso ante la delegación de Kenia los avances y buenas prácticas de la JEP, logros que son aplicables a la justicia ordinaria. También destacó aspectos clave del Acuerdo Final de Paz, “el primer acuerdo del mundo que establece que el enfoque de género es transversal a todo el proceso”.

Se refirió además al reconocimiento de daños especializados sufridos por mujeres indígenas, afrocolombianas, raizales y palenqueras, víctimas de este tipo de violencias, así como a la necesidad de definir un trabajo diferenciado que responda a sus necesidades específicas.

Por su parte, la magistrada Ana Manuela Ochoa abordó la interseccionalidad entre el enfoque de género y el enfoque étnico, y resaltó los avances del Acuerdo Final de Paz en este campo. “El acuerdo tiene un capítulo étnico y lo entendemos como un hito en el país porque sabemos que en la mayoría de los acuerdos de paz no se cuenta con capítulos o normas específicas para garantizar el tema étnico”, señaló.

Asimismo, afirmó que el acuerdo incluye diversas disposiciones para salvaguardar los derechos de los pueblos étnicos y para fortalecer el enfoque de mujer, familia y generación: “no es lo mismo hablar de la violencia que sufre una mujer en la ciudad y de la que enfrenta una mujer pobre, afrodescendiente o indígena que vive en una zona de difícil acceso geográfico”.

La magistrada Nadiezhda Henríquez enfatizó las afectaciones que han padecido las mujeres, en especial las indígenas y afrodescendientes, “custodias y guardianas de su cultura, y protectoras de sus territorios”, así como las intencionalidades diferenciadas de las violencias cometidas por los actores armados. “Estos hechos han permeado lo más profundo de tradiciones, familias y vulnerando territorios originarios”, agregó.

Durante el encuentro dijo que “el trabajo de este tribunal, además de contribuir al fin de la guerra, pretende lograr condiciones de no repetición de estos hechos, lo que pasa fundamentalmente por reconstruir ejercicios de democracia en los territorios en los que estamos trabajando”.

“Estas mujeres han tenido la responsabilidad invisible de cuidar el bosque, el agua, los recursos, pero estos son roles que han sido debilitados y humillados por 60 años de conflicto. Los espacios de encuentro que tenemos con ellas buscan fortalecerlas en medio de sus dolores —muchas son víctimas de violencia sexual—, pero que han permanecido en sus territorios, con sus familias, sus tradiciones, su lengua y su vestimenta. Es allí donde está la base para la reconstrucción y la no repetición”, concluyó.