“Yo espero que a través de la Unidad de Investigación y Acusación haya verdad", dice hija de víctima de falsos positivos
Aunque está segura de que su padre era un hombre de bien, Neila Elisa Arias Corzo cree que los militares que al parecer lo asesinaron hace 18 años debieron haber procedido dentro de la legalidad y hacerlo ir a prisión, si es que tenían alguna prueba en su contra.
Pero no, un aciago jueves de junio de 2004 militares corruptos del Batallón La Popa de la ciudad de Valledupar decidieron ir en contra de los principios que juraron defender y, sin justificación alguna, segaron la vida de colombianos inocentes, como la de don Enrique Arias Martínez, el padre de Neila Elisa.
“Mi papá no era malo. No ha habido nadie que me hable mal de él", aseguró Neila Elisa en Valledupar en reciente entrevista con la oficina de prensa de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP.
Entonces, se preguntó la indígena Kankuama de 33 años, “¿por qué tenían que matarlo, por qué no investigaron? Y si era lo que era, yo hubiera preferido que lo hubieran metido preso y no que me lo mataran".
Pero, ¿cómo afectó a los Arias Corzo el asesinato de su padre y sobre todo las mentiras que de él se dijeron?
“Primero, el apellido. Yo soy Arias. Nuestro apellido fue bastante perseguido y amenazado. A nosotros nos tocó desplazarnos hacia otras ciudades. Esa fue otra consecuencia (de la ejecución extrajudicial de su padre)", agregó Neila Elisa, soltera y quien gracias a su esfuerzo pudo estudiar ingeniería ambiental y sanitaria.
Y como si lo anterior fuera poco, añadió Neila en medio del llanto, “mi mamá no tenía las condiciones para sostenernos. Entonces, ¿qué hizo ella? Nos repartió porque no tenía cómo criarnos y cómo sacarnos adelante. A todos los hermanos nos separaron. Nos mandaron de hogar en hogar. Eso no es justo".
Vamos para adelante
Han pasado 18 años desde que don Enrique Arias fue asesinado por militares corruptos. Aunque las heridas siguen abiertas, Neila Elisa tiene claro que hay que seguir adelante.
De hecho, hay cosas que la llenan de optimismo. Una de ellas es que, gracias a la Jurisdicción Especial para la Paz, el proceso por el asesinato de su padre fue desarchivado y desempolvado para que se haga justicia de una vez por todas.
“Si hablamos del caso de mi papá, era un caso que estaba archivado. No había ninguna investigación en ninguna entidad. Cuando vino la JEP por primera vez, yo me presenté y un magistrado me presentó a mí como ejemplo de las víctimas cuyos casos no estaban siendo investigados por los mal llamado falsos positivos", explicó Neila Elisa, un poco más calmada.
Ante ese panorama, desde luego, las cosas han mejorado para Neila Elisa. Es más, de acuerdo con sus palabras, “he participado de todos los encuentros y de las invitaciones que la JEP nos ha hecho. En esos encuentros nos han explicado qué es la JEP".
Es tal el empoderamiento que ha alcanzado Neila Elisa que, como tiene que ser, ya le hace exigencias a la JEP. “Yo espero que, a través de la Unidad de Investigación y Acusación, como lo hemos venido clamando, haya verdad, que haya una justicia integral y que nos den garantía de que esto que se vivió acá (con los falsos positivos) no se vuelva a repetir. Que no nos dejen solos, porque no es solamente venir a explicarnos con detallitos. Queremos un acompañamiento".
–¿Qué sentimientos le genera todo esto?, se le preguntó a la valiente Neila Elisa.
–“Me genera dolor y sufrimiento todavía. Dieciocho años y el dolor que siento es muy grande. Y sé que así están también mis hermanos y también los hermanos de mi papá, porque mi papá no era un hombre malo.
“También siento tranquilidad porque ustedes, como UIA (Unidad de Investigación y Acusación), están aquí investigando para que haya justicia con esos señores que fueron los responsables de los asesinatos que se les atribuye".
–¿Qué pide para las personas que asesinaron a su padre?
–“Espero que, por medio de ustedes, logremos sentenciar esos hombres, y ojalá que no sean los 20 años, porque para mí eso es muy poquito. La sanción deberían consultarla con nosotras, las víctimas.
“Queremos saber no solamente el nombre del que disparó o del que dio la orden o del que la ejecutó en un plano, porque a mi papá (lo mataron) por medio de una orden, que se llamó 'Manglar', y el grupo que la llevó a cabo fue el 'Espartaco'. La orden vino de arriba. Que nos digan también quiénes fueron los máximos beneficiarios y quiénes fueron los informantes".
–¿Qué opina de que la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP venga hasta aquí a escuchar a las víctimas?
–“Me parece magnífico y espectacular (que la JEP esté yendo a territorio a ponerse a órdenes de las víctimas del conflicto armado) porque nunca antes una institución de tanta envergadura había llegado aquí".
–Y, por último, un mensaje para las víctimas del conflicto armado colombiano.
–“A las víctimas les digo que sigan creyendo, que no pierdan la esperanza de que habrá justicia. Desde hace cinco años, por medio de la JEP, el caso de mi papá ya es un proceso. El caso de mi papá renació gracias a la JEP y ya lo están investigando.