​​​“Con la verdad uno descansa", dice hombre que fue reclutado a los 12 años por la guerrilla​

El día más azaroso de René (*) en la guerrilla fue cuando lo obligaron a matar.

Tenía entonces poco más de 12 años.

Como a los ocho meses de haber ingresado a la guerrilla (de las otrora FARC) tocó dispararle entre varios a una persona y matarla", indicó René el jueves pasado en una extensa entrevista con el Grupo de Relacionamiento y Comunicaciones de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP.

Ese era el examen de ingreso (a las FARC). Todos disparamos", recordó René, quien precisó que la víctima fue un hombre afro señalado por la guerrilla de ser informante del Ejército.

A veces tengo hasta pesadillas con ese hombre. Recuerdo que tenía el pelo crespo", agregó el excombatiente de 32 años y quien actualmente vive en el departamento del Meta.

René relató su historia la víspera durante un encuentro organizado –con casi un centenar de víctimas del conflicto armado– por la Unidad de Investigación y Acusación.

El evento, que culminará el viernes por la tarde, se desarrolla en un hotel del centro-occidente de Bogotá y cuenta con la colaboración de la no gubernamental Red de Mujeres Víctimas y Profesionales.

En 2002, René fue reclutado forzosamente en el sitio que él califica como el más hermoso del mundo: el Cañón de las Hermosas, ubicado en el departamento del Tolima.

Para esa época, René vivía con su padre y sus hermanos. Su madre los abandonó desde cuando estaban pequeños.

Fue reclutado, según sus palabras, porque en el sector de San Pablo Hermosas nunca hubo presencia del Estado “ni oportunidades de nada".

Desde que tuvo uso de razón solo conoció a las FARC para todo, incluso para estudiar.

A nosotros nos daba clases la guerrilla una vez a la semana", agregó. “Los guerrilleros colocaban una pancarta con la foto del Che Guevara que decía: 'Joven, ingresa" a las FARC.

Para René, todas las noches que pasó en las filas guerrilleras fueron durísimas. La primera noche, después de ver con asombro –porque no conocía un betamax– la película “La ley del monte", lloró largamente sin que nadie lo notara.

Todo era difícil para él. Por ejemplo, para reclamar la comida o para asearse o para ir al baño. “No me amañé un solo día" en la guerrilla, enfatizó.

Y algo bien particular, según René: el frente 21 de las FARC, al que él pertenecía, era exclusivamente de formación de guerrilleros, es decir, integrado básicamente por niños y niñas.

Sus comandantes eran “Camilo" y “Managua". El primero fue muerto y el segundo aún vive. “Mangua tiene encima muchos pecados de reclutamiento", observó René.

Me tocó ver mucho muerto, mucho civil. Era muy difícil ver a una persona amarrada y saber que al otro día iba a morir", comentó René, quien prácticamente desde que fue reclutado tuvo en su mente la palabra fuga.

En efecto, a principios de 2005 le dijo adiós a las FARC. Se entregó al Ejército. Durante unas tres semanas los uniformados le sacaron cuanta información tenía sobre los cabecillas guerrilleros que conocía.

Luego pasó a Bienestar Familiar, en Ibagué, y finalmente fue enviado a Bogotá. “Yo no conocía un edificio, solo selva", advirtió.

–¿Qué piensa ahora de la guerrilla?

–La guerrilla es una estructura por falta de oportunidades y olvido del gobierno. Por ejemplo, uno ve en un programa de televisión que alguien se gana 600 millones de pesos y en el barrio de uno hay 50 familias aguantando hambre. Hasta dónde llegamos. Eso no puede ser.

–¿Por qué termina en el Meta?

–Buscando a mi mamá. Llegué al Llano buscando esa conexión con ella.

–¿A qué aspira luego de todo este proceso por el que ha pasado?

–A que se haga una historia sobre el Cañón de las Hermosas, que se haga verdad, que se haga justicia. Allá hubo muchos muertos, demasiados, por decenas. Debe haber mucho desaparecido también. Empiecen por el cementerio de Chaparral. Toda esa impunidad se debe acabar.

–¿Y por qué mataban tanta gente allá?

–Por muchas cosas. Por el mero hecho de ir a buscar trabajo.

–¿Qué reparación pide como víctima del conflicto armado?

–Una reparación sería sacar la verdad de allá, del Cañón de las Hermosas. Que las autoridades le digan a un comandante guerrillero cuántos asesinatos cometió, cuántos muertos botó al río. Con esa verdad uno descansa. Yo solo quiero vivir en paz con mi hijos.

–¿Qué les dice a las personas a las que les hizo daño como guerrillero?

–Les pido perdón. A veces siento remordimiento.

–¿Por qué recuerda tanto a ese hombre afro en cuyo homicidio fue obligado a participar?

–Porque él (ya muerto) duró como cuatro días tirado en el piso, en un camino. Eso fue en una vereda que se llama Vega Chiquita. A nosotros nos tocó pasar por donde estaba el cadáver. Por uno de los orificios (señala el sector del ojo derecho) le estaban saliendo hormigas negras. Por eso yo les tengo pavor a esas hormigas.

–¿Qué opina del proceso de paz que sellaron el gobierno y las otrora FARC?

–Claro, lo apoyo, pero sin bla-bla-bla. Solo los altos comandantes (de las FARC) hicieron sus vidas, tienen sus hijos en otros países, pero de resto todo el mundo (está) en la inmunda. Se tiene que hacer el cambio.

–¿Volvería a la guerrilla?

–¡Jamás!

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El encuentro del jueves, en el que participó René, fue instalado por el director de la Unidad de Investigación y Acusación, Giovanni Álvarez Santoyo.

Nosotros, en la Unidad de Investigación y Acusación, tenemos un compromiso con la paz, pero principalmente un compromiso con las víctimas del conflicto armado, que son el centro de este proceso" de la JEP, indicó el funcionario en su intervención.

De acuerdo con Álvarez Santoyo, los encuentros de jueves y viernes son una especie de abrebocas al Seminario Nacional y Conferencia Internacional que organizará la Unidad de Investigación y Acusación el 19 y 20 de junio próximos con ocasión del “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos".

Uno de los participantes en el mencionado evento será el reputado médico y activista congoleño Denis Mukwege, ganador del Premio Nobel de Paz en 2018.

El doctor Denis ha trabajado a lo largo de su vida en la protección y recuperación de las víctimas de violencia sexual" de su país y del mundo, observó Álvarez Santoyo, quien hizo una mención especial a la maestra Doris Salcedo por el inmenso apoyo que le presta a la entidad a través del arte.

De acuerdo con el jefe fiscal de la JEP, los derechos de las víctimas del conflicto armado “no pueden ser algo que solo esté escrito en el papel. Eso que tiene que traducirse, por ejemplo, en su recuperación física y psicológica".

El 19 y 20 de junio, enfatizó el funcionario, “vamos a mostrarle a Colombia y al mundo qué hemos hecho entre todos y lo que han podido lograr ustedes (las víctimas)", por ejemplo, en materia de reparación.

En tanto, para Pilar Rueda, asesora de la Dirección de la Unidad de Investigación y Acusación, el balance de la jornada “fue exitoso" porque “fue la primera vez que reunimos víctimas de violencia sexual y de reclutamiento".

El reto, recalcó la funcionaria, “es demostrar que (los mencionados) delitos son diferentes, que tienen consecuencias e impactos diferentes y que hay que abordarlos de forma diferente".

En su concepto, “la idea es (…) construir una agenda común en torno a lo que son las medidas de reparación temprana", que las víctimas de violencia sexual y de reclutamiento quieren presentar en la conferencia del 19 y 20 de junio próximos.​

Finalmente, Ángela María Escobar, coordinadora nacional de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, opinó que las jornadas de jueves y viernes “son el granito de arena de nosotras las víctimas para la paz total de Colombia".

La Red de Mujeres Víctimas y Profesionales es una organización sin ánimo de lucro que actualmente congrega a unas 800 mujeres de todo el país que fueron abusadas sexualmente durante el conflicto armado.​

(*) El nombre verdadero fue cambiado a petición de la víctima, que argumentó problemas de seguridad para él y su familia.