​​Después de 14 años Néstor Garzón se reencontró por fin con su Monito querido


Medina, Colombia, 25 de abril de 2025 (@UIA_JEP) Al mediodía del pasado jueves, en la sede de la Personería de este municipio de Cundinamarca, Néstor Vidal Garzón Arévalo se inspiró por un momento para escribirle un mensaje bien sentido a su hijo Néstor Ferney Garzón. El escrito, sin embargo, no era para alguien al que él pudiera abrazar y decirle personalmente cuánto lo quería. 

 

En realidad, su muchacho, “el Mono", había muerto en un enfrentamiento con las fuerzas del orden el primero de abril de 2011 luego de que, cuatro semanas atrás, las otrora FARC lo reclutaran ilícitamente en el departamento del Guaviare. 

 

“El Mono" tenía poco más de 13 años.

 

No te pude dar el adiós porque fuiste arrebatado de mi lado. No hubo sola noche que no recordara preguntándome dónde te dejaron", le escribió Garzón Arévalo a su hijo del alma. “Me haces mucha falta y lo más difícil de tu ausencia fue no verte realizar tus sueños, donde querías ser ganadero y cultivador de la tierra", agregó el abatido padre de 56 años.

 

El mensaje de Garzón Arévalo quedó plasmado en una cartulina que él mismo puso junto a un pequeño ataúd en el que reposaba el cuerpo sin vida de su hijo, cuya aspiración también era ser arquero de fútbol.

 

Hace casi tres meses, expertos de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP ubicaron a Garzón Arévalo para entregarle la noticia que él había esperado durante 14 años: que el cuerpo de su hijo Néstor Ferney, “el Mono", al parecer había sido hallado en un cementerio de San José del Guaviare.

 

Estaba limpiando una platanera allá en la finca donde yo trabajo", en la vereda El Cairo de Villavicencio, recordó Garzón Arévalo en entrevista la víspera con el Grupo de Relacionamiento y Comunicaciones de la Unidad de investigación y Acusación.

 

La historia de la localización de Garzón Arévalo sucedió así: la oficina territorial de la JEP en la capital del Meta se concentró en el caso del adolescente Néstor Ferney Garzón. El último registro que se tenía del lugar de residencia de su padre era el municipio metense de Vista Hermosa. 

 

Entonces se hizo contacto con el personero de la mencionada población que, megáfono en mano, recorrió las calles con una solicitud expresa: que si alguien conocía al señor Néstor Vidal Garzón Arévalo le informara que en la Personería de Vista Hermosa lo requerían con urgencia.

 

Una amiga le pasó esa información a Garzón Arévalo, quien de inmediato llamó al personero de Vista Hermosa. Este, a su vez, le entregó el teléfono de los funcionarios de la JEP en Villavicencio. En cuestión de horas todos estaban reunidos. 

 

Eso sucedió el 31 de enero pasado.

 

Acto seguido se practicaron las pruebas de sangre y, unos 20 días después —gracias a la diligencia y celeridad de Medicina Legal—, estas concluyeron que un cuerpo exhumado en el cementerio de San José del Guaviare efectivamente era el de “el Mono", el hijo mayor de Garzón Arévalo.

 

Por eso ayer, jueves, profesionales de la Unidad de Investigación y Acusación —luego de una orden impartida por la Magistratura de la JEP— reunieron en un salón del hospital de Medina a los padres de Néstor Ferney Garzón Suárez para entregarles su cuerpo.

 

Fue un acto sentido y solemne que encabezó la fiscal de la Unidad de Investigación y Acusación en Villavicencio, Ayda Luz Acosta, quien a nombre del Estado colombiano les ofreció excusas a Garzón Arévalo y a Delfina Suárez por haber tardado tanto para encontrar el cuerpo de su hijo.

 

La Jurisdicción Especial para la Paz los abraza con el alma", les dijo la magistrada Reinere Jaramillo —en un mensaje enviado desde Bogotá— a los padres de Néstor Ferney Garzón.

 

Hoy es un día importante no solo para la JEP, sino para la familia de Néstor Ferney", agregó la funcionaria judicial, quien había ordenado las medidas cautelares respecto del cementerio de San José del Guaviare, donde fue hallado el cuerpo del adolescente.

 

Posteriormente, Garzón Arévalo abrazó el féretro y pronunció unas palabras que le salieron del alma. “Mi Monito querido: si tú estuvieras acá, en este momento conmigo, te daría gusto y te diría: 'Vamos a jugar fútbol y vamos a seguir montando en tu caballo".

 

****

 

Néstor Vidal Garzón Arévalo nació hace 56 años en zona rural de Medina. Él fue el sexto de 12 hijos. Todos ellos nacieron y se criaron en la vereda El Jagua. Vivían del ordeño de vacas y de la siembra de maíz, yuca y plátano.

 

Cuando tenía 27 años, Garzón Arévalo empezó a hacer vida con Delfina Suárez. Tuvieron dos hijos: Néstor Ferney y Omar Andrés. Después de una convivencia de unos 10 años, la pareja se separó y García Arévalo se hizo cargo de sus dos hijos.

 

Néstor Ferney era un niño muy activo para todas las cosas. Él hizo quinto de primaria de solo nueve años", contó Garzón Arévalo, quien el primero de enero de 2008 emprendió un viaje para un sitio del sur del país que cambiaría para siempre la historia de su familia: el departamento de Guaviare.

 

En esa aventura lo acompañó “el Mono", quien tenía poco más de 10 años. El trabajo de los dos era en una finca ganadera de un remoto sector de Guaviare llamado Caño Lajas.

 

Para principios de 2011, el pequeño Néstor Ferney Garzón, “el Mono", alternaba los trabajos en la finca con su otra gran pasión: el fútbol. Su profesor, de acuerdo con Garzón Arévalo, era un gran hombre llamado Néstor Murillo.

 

En la tarde del 5 de marzo de 2011, Garzón Arévalo llegó a su casa y la encontró sola. Néstor Ferney no estaba ni tampoco su motocicleta. 

 

El hombre se fue a jugar fútbol", pensó Garzón Arévalo. Pero llegó la noche y “el Mono" no apareció. Al día siguiente, la compañera del profesor le dio la mala noticia: que la guerrilla había llegado hasta el sitio donde 14 chicos jugaban fútbol, que a todos los reclutó (entre ellos a “el Mono") y que al profesor lo asesinó.

 

Yo quedé en la otra vida", dijo Garzón Arévalo con la voz entrecortada. De inmediato empezó a hacer averiguaciones y pocos días después fue recibido en la selva por el jefe guerrillero que había reclutado a su hijo.

 

Usted ya perdió a su hijo. Siéntase orgulloso de que su hijo va a ser un compatriota de las fuerzas armadas FARC. Lo único que le digo es que, si algún día se deja matar, si se lo puedo entregar, lo hago", le dijo alias “Bores" al atribulado padre.

 

Yo no le respondí nada porque me dio sentimiento", añadió Garzón Arévalo, quien aún tiene en su mente la propuesta que le hizo a “Bores": que le entregaba su finca y su ganado si le devolvía a su hijo. “Me dijo que no, que él no necesita eso, que él lo que necesitaba era gente para la guerra".

 

Un día después del encuentro con el jefe guerrillero, un amigo le regaló 100.000 pesos a Garzón Arévalo y le encimó una recomendación: “Váyase de aquí que lo van a matar".

 

Entonces Garzón Arévalo acogió la recomendación y despavorido partió para Monterrey, Casanare, a trabajar en el campo.

 

Era abril de 2011. 

 

Unos tres meses después se comunicó por teléfono con el presidente de la junta de acción comunal de Caño Lajas.

 

—¿A usted no le han dicho nada?, le preguntó el hombre a Garzón Arévalo.

 

—No, de qué, respondió el padre de “el Mono".

 

—A su niño lo mataron al mes completico (de haber sido reclutado por la guerrilla).​