​​​“El tiempo de las armas quedó atrás”, dicen hombres que fueron reclutados por las FARC cuando eran niños​

Lucio Paz y Asdrúbal Villa tienen varias cosas en común en sus vidas: los dos –siendo niños– fueron reclutados a la fuerza por la guerrilla, los dos quieren vencer los fantasmas que adquirieron en la guerra y, lo más importante de todo, los dos quieren que la paz llegue cuanto antes a Colombia y se quede para siempre.

A mí me reclutaron las FARC en Putumayo cuando tenía siete años", le dijo recientemente Lucio Paz al Grupo de Relacionamiento y Comunicaciones de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP.

El jueves y viernes pasados, en un hotel del occidente de la capital colombiana, al menos una docena de víctimas de reclutamiento forzado se reunieron para desahogar sus historias y analizar el daño que les causó la guerrilla con el crimen que perpetró en su contra.

Lucio Paz tiene 30 años y la edad es otro tema bien curioso en su vida: cuando estuvo bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, luego de huir de las hoy pacificadas FARC, expertos calcularon su edad y la dejaron en ese momento (año 2008) en 15 años.

A uno allá (en el monte con la guerrilla) se le borra como el casete (…) Uno se desactualiza del mundo exterior. Yo sabía que pasaban los años por la Navidad, es decir, por la pólvora, por la música", comentó Lucio Paz, quien nació en el municipio putumayense de Puerto Asís y fue el tercero de 12 hijos de un matrimonio de campesinos.

Pero ¿para qué se recluta a un niño de siete años? La respuesta la dio Lucio Paz sin pensarlo dos veces: “A mí me reclutaron más que todo para ser informante de la guerrilla. A un niño el Ejército no lo va a parar para pedirle documentos".

Apenas fue llevado a los campamentos del frente 48 de las FARC, Lucio Paz quedó bajo el cuidado de las mujeres de los jefes de esa célula guerrillera. De hecho, con Patricia aprendió a leer y a escribir. La mujer le tomó cariño de hijo.

Cuando llegaba a los campamentos la noticia de que en determinada parte estaba el Ejército, los guerrilleros le daban utilidad al pequeño Lucio Paz.

Entonces lo mandaban a verificar la información e, incluso, le daban dinero para que comprara algo de comida y disimuladamente obtuviera los datos requeridos.

Yo solo decía: 'en tal parte está el Ejército'. Y ya", agregó Lució Paz, quien llamó la atención sobre sus años en la guerrilla: no hubo un solo día que la hubiera pasado bien.

Es más, constantemente lloraba. “Allá uno no deja de llorar. Yo vi llorar allá hasta los más verracos para combatir al Ejército".

Otro tema importante de Lucio Paz en la guerrilla fue el adoctrinamiento. Los guerrilleros en general le decían que la razón de ser de la guerrilla era acabar en el país con las injusticias, la violencia y la corrupción.

Pero si es así, ¿por qué en la guerrilla matamos personas?, se preguntaba constantemente Lucio Paz para sus adentros cuando le entraba la pensadera por una eventual fuga. “Yo peleaba y todo, pero nunca me di cuenta de haber matado a alguien".

Y llegó el día de la fuga. Lucio Paz tenía 15 años y conocía a la perfección la zona donde operaba el frente 48. La noche previa a la huida se escondió en una camioneta de la guerrilla. Ahí estuvo hasta que empezó a clarear.

Y a correr día y noche, a pasar hambre. Salí por el lado de Ecuador. Fueron dos días. Un señor me ayudó y me transportó en su camioneta. Al final terminé en el puente internacional San Miguel.

Una tía mía me ayudó. Ella habló con el Ejército y con la Policía. Al otro día la casa de ella estaba rodeada de militares y policías. Se hizo ver que yo había sido capturado para evitarle problemas a mi tía", relató Lucio Paz.

Primero el muchacho fue llevado al municipio de Puerto Asís, también en Putumayo. Después fue trasladado a Bogotá, donde empezó en forma su reinserción a la vida civil.

Y aquí estoy, vivo, gracias a Dios", enfatizó Lucio Paz, quien advirtió que en sus años de 'guerrillero-reclutado' “participé del daño (propiciado por las FARC), pero no lo causé yo".

Actualmente, Lucio Paz vive en el departamento de Valle del Cauca con su mujer y sus dos hijos. Trabaja en una empresa que comercializa aguacate. Y eso sí: “Creo en la paz, quiero la paz, pero una paz bien hecha, bien fundamentada en los derechos de la gente".

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La historia de Asdrúbal Villa en poco se diferencia de la de Lucio Paz.

Tal vez en la edad. Asdrúbal Villa es mayor seis años que Lucio Paz. Es decir, tiene 36 años.

Asdrúbal Villa fue reclutado, también por las FARC, cuando tenía ocho años, en un remoto poblado llamado Mayoyoque, en Putumayo.

Un día estábamos jugando micro cuando, de pronto, unos 150 manes nos rodearon. Nos cogieron en una canoa y nos llevaron. Éramos 26. Yo tenía ocho años", explicó Asdrúbal Villa, quien es padre de tres hijos.

Los nueve años que permaneció en la guerrilla, de acuerdo con Asdrúbal Villa, “fue una vida de mierda. Sufrimos. Aguantamos. Hicimos lo que no teníamos que hacer. Fue como tirar ganado en un potrero. Era una época para estar jugando. (…) No me amañé un solo día".

De las vivencias como guerrillero, Asdrúbal Villa recuerda con nitidez su primer combate. Tenía 10 años. Ese día, la Fuerza Pública dio muerte a no menos de 20 de sus compañeros.

Tampoco olvida Asdrúbal Villa su misión en las FARC. Al igual que Lucio Paz, era enviado a pueblos y caseríos a hacer labores de inteligencia, a mirar cómo y dónde estaban los militares. También a hacerles seguimiento a las personas que no pagaban la 'vacuna' (o un impuesto de los civiles supuestamente pudientes para la guerrilla).

Y lo peor de todo: muchas veces la guerrilla lo obligó a hacerles daño a las personas. “Me tocaba. Eran ellos o yo", puntualizó Asdrúbal Villa, quien se arrepiente y pide perdón por esos años de despropósitos. 

Cansado de la azarosa vida de los últimos nueve años, Asdrúbal Villa decidió fugarse una noche de 2004 en compañía de un hijo de un jefe guerrillero.

Aún en su memoria resuenan los disparos que la guerrilla les hizo apenas notó que él y el otro muchacho se estaban fugando en una lancha.

Eran las 12 de la noche.

Al día siguiente, muy temprano, Asdrúbal Villa y su compañero de fuga se entregaron al Ejército. Entonces empezó el proceso de reincorporación para Asdrúbal Villa.

En Bogotá, Asdrúbal Villa permaneció casi hasta los 19 años en los programas de Bienestar Familiar. En uno de esos sitios de paso conoció a la que hoy es su esposa.

Con un hijo en camino, Asdrúbal Villa aceptó la propuesta de su mujer y se fue con ella para Villanueva, una población del departamento de Casanare.

Eso sucedió hace unos 17 años.

Hoy, Asdrúbal Villa le sale a cuanto trabajo honesto le proponen en Villanueva. Claro, siempre con el pero laboral de que fue guerrillero.

Honradamente me le apunto a lo que salga", recalcó.

–¿Cómo se imagina a Colombia en unos años?

–Sin guerra, en paz.

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Pilar Rueda, asesora del Director de la Unidad de Investigación y Acusación en temas de Género, calificó el encuentro de jueves y viernes “como muy interesante" porque el reclutamiento forzado “es el delito que muestra la complejidad de la guerra y que justifica más la paz".

Y algo fundamental –al decir de Rueda– respecto de las víctimas de reclutamiento: que tanto la sociedad como las instituciones no las han acogido adecuadamente.

Estamos produciendo una cantidad de personas, como dice el papa Francisco, de descartados y eso es muy grave para una sociedad y para un proceso de paz", recalcó la funcionaria.

Por último, según Rueda, espacios como los organizados por la Unidad de Investigación y Acusación evidencian la recuperación de las víctimas y “eso da esperanza de que sí es posible construir la verdad (del conflicto armado) en serio".

La reunión con víctimas de reclutamiento contó con la colaboración de la famosa artista Doris Salcedo y de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, una organización sin ánimo de lucro que reúne a varios cientos de mujeres que fueron víctimas de violencia sexual con ocasión del conflicto armado.    

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Al finalizar el evento con víctimas de reclutamiento, el Grupo de Relacionamiento y Comunicaciones de la Unidad de Investigación y Acusación les consultó a Lucio Paz y a Asdrúbal Villa por un título para esta nota periodística.

El tiempo de las armas quedó atrás", dijeron al unísono.  ​