​​Hombres víctimas de violencia sexual se reunieron en Valledupar para hablar de salud mental y emocional​​

Más de 50 hombres víctimas de violencia sexual durante el conflicto armado se reunieron viernes y sábado en esta ciudad de la Costa Caribe para intercambiar sus experiencias y, sobre todo, analizar el impacto del trauma y su relación con la salud física, emocional, sexual y reproductiva.

Desde que en 2019 la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP reunió por primera vez a hombres abusados sexualmente por actores del conflicto armando “la vida me ha cambiado para bien", entre otras cosas, porque “he recibido la ayuda de otras víctimas" por el hecho de hacer visibles sus historias de dolor.

Así lo indicó Iván Molina, de 43 años y quien en el 2000 fue víctima de violencia sexual por parte de paramilitares cerca del municipio de Plato, en el departamento de Magdalena.

He mejorado de la mente y del corazón", agregó Molina, quien observó además que con los talleres dictados por la Unidad de Investigación y Acusación a víctimas sexuales del conflicto armado “uno adquiere muchos conocimientos" con los que “gracias a Dios he cambiado poco a poco".

En tanto, Ómar Aguilar, quien fue violado en dos oportunidades –la primera por parte de guerrilleros de las otrora FARC y la segunda por paramilitares–, opinó que los hombres víctimas de violencia sexual “estamos más empoderados cada día" y recalcó que, si bien ha querido pasar la hoja sobre lo que le hicieron sus victimarios, “perdonar es difícil".

De acuerdo con Aguilar, de 52 años, la primera herida que le causaron sus agresores en 1992 “prácticamente la tenía sanada". Pero, advirtió, “tengo otra muy reciente (del año pasado) que está en proceso de duelo. Espero que pasen los años para poder recuperarme también de esa".

Por su parte, Anderson Escobar, víctima de violencia sexual por parte de la guerrilla en Florencia, Caldas, consideró que algo fundamental para la recuperación de las víctimas de violencia sexual “es romper el silencio" porque “eso motiva y les abre puertas".

A veces, puntualizó Escobar, de 32 años, “creemos que somos los únicos que tenemos dificultades, pero la verdad es que todo el mundo tiene problemas y que todos sí podemos salir adelante. No nos podemos quedar estancados".

Y algo clave de los talleres de la Unidad de Investigación y Acusación con víctimas de violencia sexual, al decir de Escobar: “Que no todo el mundo es malo, que no todas las personas nos van a hacer daño y que tenemos que comprender y reconocer a los demás".

Capítulo aparte merece la historia de “Chocolate", como le dicen los familiares y amigos a un integrante de la comunidad LGTBI del municipio nortesantandereano de Ocaña que, cuando tenía 12 años, fue abusado sexualmente por guerrilleros.

De 29 años, este hombre concedió la víspera una entrevista a Caracol Noticias a propósito del taller de la Unidad de Investigación y Acusación en Valledupar. Apenas tuvo la nota periodística en su poder, se la envió a una importante funcionaria de la Alcaldía de Ocaña que, de inmediato, le respondió con un mensaje de felicitación por el valor de haber roto el silencio.

En este momento yo creo que ya todo el pueblo ha visto" el informe de Noticias de Caracol, comentó Chocolate. “Tengo miedo porque uno no sabe cómo va a ser la reacción de la gente que lo conoce a uno, si me van a juzgar o me van a apoyar. Pero si yo no me expreso, ¿cómo otras personas van a tener el valor de hablar?". 

La delegación a Valledupar de la Unidad de Investigación y Acusación estuvo encabezada por Pilar Rueda, asesora de la Dirección de la entidad en temas de género y víctimas, y quien explicó que en el taller de la jornada con hombres víctimas de violencia sexual “estamos trabajando con ellos sobre las expectativas que tienen en términos de identificar daños ocasionados por la violencia sexual y cómo deben ser reparados en este modelo de justicia restaurativa".

En concepto de Rueda, el tema más importante para los hombres que fueron violados durante el conflicto armado es la salud. “La verdad es que todas las víctimas de violencia sexual –y los hombres por supuesto hacen parte de las víctimas– están enfrentando problemas muy fuertes en salud física, emocional, sexual y reproductiva".

De acuerdo con la asesora del fiscal jefe de la Jurisdicción Especial para la Paz, “la verdad es que hemos encontrado que efectivamente los hombres han sido víctimas de abuso sexual, que eso no se reconoce y que todos los grupos armados tienen una gran responsabilidad en este tipo de ataques sexuales".

Ha habido casos de hombres –enfatizó Rueda– que han sido violados frente a otros integrantes de su familia".

Uno de los conferencistas del encuentro en la capital del Cesar fue Gabriel Gallego, profesional en el área de familia y profesor de la Universidad de Caldas. Según dijo, el empoderamiento de las víctimas es fundamental para su recuperación.

Pasó lo que pasó (con las víctimas de violencia sexual) porque este es un país que está fracturado socialmente", opinó Gallego.

La guerra en Colombia también tuvo una dimensión moral y esa dimensión moral también incluía hombres vulnerables y precarios que fueron víctimas de su condición, especialmente hombres rurales y afrodescendientes", concluyó el experto. ​​